Entre 150 y 200 investigadores acuden al año al Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán, situado en el Palacio de los Marqueses de Santa Cruz en Viso del Marqués y que es “la joya de los archivos de la Armada’, indicó el coronel de Infantería Marina, José María Manso Porto, que ofreció este lunes una conferencia en la Biblioteca Pública del Estado sobre un archivo que atesora un gran patrimonio, tanto por su volumen -uno de los más importantes a nivel nacional-, como por su contenido.
Creado en 1948 en un palacio que el Marqués de Santa Cruz alzó al situarse equidistante tanto de la Corte como de los tres puertos en los que tenía sus escuadras –Lisboa, Cádiz y Cartagena-, el Archivo General de la Marina cuenta con 54.000 legajos en 14 kilómetros lineales de estanterías fundamentalmente de 1784 a 1936, expuso Manso Porto, director del Departamento de los Archivos Navales, que describió las instalaciones e indicó que en Viso del Marqués se custodian los fondos de los Departamentos Marítimos -Cádiz, Cartagena y Ferrol- y Apostaderos -Filipinas y La Habana-; los fondos de Juzgados Marítimos Permanentes; y los correspondientes de la Secretaría de Estado del Departamento de la Marina, con diferentes secciones como, entre otras, las de Personal y Expediciones, que se encuentran entre las más consultadas. La primera por, entre otros motivos, para conocer expedientes o causas de antepasados, mientras que la segunda ofrece valiosa información de los preparativos de las expediciones que se complementa con la documentación sobre los resultados de las mismas que proporciona el Archivo del Museo Naval en Madrid.
Información de aportaciones científicas de los marinos, incidencias en viajes, mapas, dibujos y descripciones de relevante interés se pueden encontrar en el ámbito de las Expediciones, comentó Manso Porto, que también explicó cómo en la sección de Buques se puede hallar una amplia y variada documentación sobre historiales de las naves, estados de fuerza y vida, cuadernos de bitácora, partes de campaña, derroteros y planes de combate. Otras interesantes secciones son las de Arsenales, con dibujos de fragatas, navíos y piezas de artillería; Escuelas y Academias, con información de centros de formación de jóvenes como la Compañía de Guardias Marinas, los colegios de San Telmo y las Escuelas Náuticas; Corsos y Presas, con patentes que permitían hacer la guerra a los enemigos del Estado con derecho a una parte sustanciosa del botín; Archivo Histórico; y la correspondiente a Sanidad con memorias clínicas.