De Macedo, que ha formado durante décadas a chelistas de todo el mundo, reconoce que la España actual poco tiene que ver con la que conoció hace años, pero confiesa sentir pena al no ver una decisión institucional para que la música esté en todas las escuelas como parte de la educación.
“Cantar, que es un ejercicio de oído y, por supuesto, de saber escuchar debe ir acompañado de la concentración. Y un alumno que no sepa concentrarse va a tener muchas dificultades sea donde sea que esté”, argumentó.
Durante un pequeño descanso en el apretado programa de clases que le han preparado en el conservatorio, María de Macedo, reconoció que lamentablemente no podrá ver el momento en el que la música esté en las escuelas “haciendo cantar a todo el mundo”.
Sin embargo, habló con pasión de su actividad como docente, que ha ocupado gran parte de su vida. “Para mí –aseguró-, los niños son como chelistas pequeñitos, como hombres y mujeres pequeñitos” a los que no trata como niños cuando imparte sus clases.
Confesó que los objetivos que persigue en sus clases son objetivos de adultos, “que es tocar muy bien”.
“Hay una manera de tocar bien y otra que es no tocar bien, y no es discutible la calidad de aquello que pedimos, aunque sea a los niños”, sentenció.
Por este motivo, algunos alumnos se han dirigido a ella veinte años después de recibir sus clases agradeciéndole que nunca les tratara como a niños.
El violonchelo, Shubert y la música
Con respecto al instrumento que le ha acompañado a lo largo de su vida, el violonchelo, dijo que “por encima de cualquier instrumento está la música misma”.
Y explicó que el objetivo de cualquier persona al acercarse a la música es estar con Brams, Schubert, Beethoven o Bach, no con un violonchelo.
Para ella la música no es solo el chelo, instrumento que “le tocó” cuando era pequeña, y reveló que desde pequeña siempre tuvo la ambición de ser una cantante para cantar ‘lied’.
“Creo que Schubert fue siempre mi inspirador desde muy pequeña. Siempre me ha hecho llorar sin saber porqué”, finalizó.
María de Macedo fue ganadora del premio “Guilhermina Suggia”, antes de perfeccionarse con figuras de la talla de Pierre Fournier y, más adelante, Janos Starker, de quien se convertiría en profesora asistente.
Ha sido profesora del Conservatorio Superior de Lisboa, y de la Escuela Superior de Oporto, dedicándose hoy fundamentalmente a la enseñanza. Creadora del prestigioso “Forum de Violonchelos de España” o los “Encuentros de violonchelo de Santa Cristina” (Portugal), es asiduamente invitada a tribunales y cursos en países como Suiza, Alemania, España y Portugal.