Al frente de la dirección del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo de Manzanares durante los tres últimos años, Míriam Rodríguez, graduada en estudios hispánicos y consultora de comunicación en el ámbito profesional, habla de la evolución del FITC y de sus retos, en un momento en el que cuenta con un gran seguimiento de público, tras la diversificación del tipo de espectáculos dentro de lo más innovador de las artes escénicas. Míriam Rodríguez ha crecido dentro del Festival Lazarillo desde sus escuelas de teatro y está acompañada de un equipo profesional que ha conseguido, con menos financiación que en la época de mayor apogeo, ampliar la programación con la introducción de teatro de sala, de calle, ‘microteatro’, música, exposiciones y hasta poesía, y además mantener el sello de “internacional” con la presencia de compañías que suben a escenarios de medio mundo. La edición 42 propone un espectáculo para cada tipo de público en una ciudad con “infinitas posibilidades gastronómicas, turísticas, históricas”; suficientes razones para ocupar una butaca a partir de este lunes.
Noemí Velasco
Manzanares
PREGUNTA.- Directora del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo por tercer año consecutivo, ¿cómo afrontas este nuevo reto?
RESPUESTA.- Con mucha ilusión, con la experiencia de los dos años anteriores y, lo más importante, con un equipo más potente. Las incorporaciones nuevas tienen formación sobre lo que hacen y eso ayuda mucho. Es un equipo en el que todos somos imprescindibles y la dirección es más simbólica que un puesto de mando.
P.- ¿Qué es para ti el FITC?
R.- Para mi el festival es muy especial, porque yo empecé desde pequeña en las escuelas de teatro; he crecido siendo colaboradora del festival, poniendo sillas, haciendo taquillas, repartiendo carteles. Al haber crecido desde dentro es ya más cariño, más ilusión, que trabajo. De hecho, si no fuera por el cariño que tenemos al festival y a la asociación, el trabajo que hacemos sería inviable, porque no nos compensaría.
P.- Una de las cosas más curiosas del festival es que a pesar de su 42 edición se ha renovado, sois casi todo gente joven, ¿cómo lo habéis logrado?
R.- Lo hemos conseguido porque quienes estaban antes, que hicieron del festival algo muy grande y hay que repetirlo siempre porque fueron los que pusieron al festival donde está, nos inculcaron mucho compromiso. Entonces, cuando ellos se fueron, nosotros ya teníamos ese cariño y ese compromiso. Y queremos que nuestros alumnos desde las escuelas, la gente joven que está empezando en la asociación, esté muy implicada en el festival, para que ese compromiso siga existiendo y para que cuando nosotros nos vayamos siga habiendo alguien que quiera tirar del carro.
P.- Celebramos la 42 edición, pero supongo que habrá habido mejores y peores épocas, ¿en qué momento estamos ahora?
R.- El festival está ahora en un momento en el que tiene menos financiación que la que tenía años anteriores, porque hubo años de mucha bonanza; pero está en un momento muy bueno en cuanto al equipo humano, hay muchísima gente implicada. También está en un momento de prestigio en la localidad: hemos aumentado en un 50 por ciento los patrocinadores privados. Y además, el FITC está en uno de sus mejores momentos de público, porque a pesar de que hay menos financiación, las variaciones de la programación han sido muy bien acogidas y sobre todo han animado a la gente joven.
P.- El FITC ha mantenido su sello internacional, ¿cómo habéis conseguido conservarlo?
R.- Las compañías son casi todas internacionales, porque al final los actores vienen de diferentes sitios, son errantes. Lo hacemos trabajando con compañías de prestigio, que se mueven en festivales internacionales; estando en contacto de esta manera no sólo con los de nuestro alrededor, que también les damos oportunidad, sino de compañías que permiten mantener este sello.
P.- Este año habéis ampliado la programación con más días, ¿cuál es el reto que consideras que debe afrontar el festival?
R.- El festival tiene que afrontar el reto sobre todo de seguir trayendo público, porque aunque ha aumentado, creemos que puede subir más. Queremos centrarnos en el resto de la provincia, porque recibimos muchísimas peticiones y es un reto atraer público de fuera. También sería muy bueno para Manzanares, porque al final es turismo.
P.- El apoyo de la administración pública para el mantenimiento de este festival es fundamental, pero este año habéis aumentado el apoyo privado.
R.- Crear un equipo específico ha sido muy importante a la hora de tratar el patrocinio privado, dirigido por Myriam Madueño y David López, que son profesionales del medio y que han dado muchas opciones a los comercios, desde diferentes tarifas en función de lo que puedan aportar, a la iniciativa en la que a los comercios se les ofrece proponer descuentos que los espectadores canjean con sus entradas.
P.- Y en el ámbito económico, ¿tenéis algún objetivo?
R.- Sí. Agradecemos muchísimo al Ayuntamiento que haya aumentado la cantidad y su compromiso de seguir incrementando hasta llegar a la cifra de años anteriores. También, agradecemos el compromiso de la Diputación, que la mantiene. Y el reto es volver a contar con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que se tuvo hace 5 o 6 años y que se perdió. Estamos en contacto con ellos, porque sabemos que están interesados, pero somos conscientes de que estas cosas van despacio. Cabe recordar que el festival llegó a tener casi el doble de la financiación.
P.- ¿Ha habido algún momento en el que el público le ha dado la espalda al FITC?
R.- El público siempre ha estado ahí. Ahora bien, en las últimas ediciones hemos conseguido diversificar al público al diversificar los espectáculos. Traemos espectáculos para público familiar, para público joven, para público adulto, para quien le gusta la comedia, el drama. Intentamos que haya variedad y eso hace que el público no se canse.
P.- ¿Cuáles son las grandes apuestas de esta edición?
R.- En primer lugar, la noche de ‘microteatro’, después de darles el Premio Escena el año pasado. En 2015 hicimos una pequeña noche de ‘microteatro’ que no estaba al nivel de la de este año y funcionó muy bien. Apostamos por ello, porque aunque es un tipo de teatro muy nuevo, creemos que a la gente le puede gustar por su inmediatez, porque decides lo que quieres ver, cuando y lo que te quieres gastar mientras tomas algo con tus amigos. Es un punto fuerte sobre todo para el público joven.
También Escena Miriñaque, que vuelve y que ya estuvo en el festival con ‘Cartas de las golondrinas’, que fue un ‘exitazo’ de público y de crítica. Son muy buenas, son muy elegantes, el texto muy bonito, la escenografía preciosa. Y este año vienen con ‘Windows’, que es una historia sobre el olvido, la memoria, con una actriz que pierde sus recuerdos y su cuidadora. Es la parte más contemporánea del FITC.
Y luego el sábado, creemos que es el mayor plato fuerte con Yllana, que vuelve al festival después de recibir el Premio Escena con su primer espectáculo, con el que empezaron hace 25 años, recuperado con sus actores originales. El domingo, en el plato fuerte para el público familiar, hemos contado con la compañía Lorenzo Medina de Valdepeñas, con el espectáculo ‘El jorobano de Notre Dame’. Creemos que se merecían estar aquí, que hacen un trabajo impresionante y que muchas veces nos vamos buscando fuera lo que tenemos al lado.
P.- Dime un tipo de público y una obra para cada uno.
R.- Para los jóvenes recomendaría ‘microteatro’ o el sábado de Yllana con teatro de humor negro y diversión, porque no se van a aburrir y es una buena oportunidad para descubrir el teatro. Para el público más novel recomiendo ‘Windows’, porque puede despertar muchas emociones, e Yllana. Para los más expertos en teatro recomiendo ‘Oh vino’, un monólogo sobre la historia del teatro mezclado con la historia del vino; ‘microteatro porque creo que es la mayor innovación que se está produciendo en el mundo de las artes escénicas; y ‘Windows’, porque es de una calidad impresionante.
P.- ¿Por qué animarías a que la gente de la provincia venga a Manzanares esta semana a disfrutar del FITC?
R.- Porque el festival Lazarillo concentra las nuevas tendencias teatrales, que si no fuera por el FITC en ocasiones no llegarían a la provincia, se quedarían en las grandes capitales, Madrid, Barcelona, Valencia. Porque hemos intentado que cada uno encuentre el espectáculo que le gusta. Y porque las posibilidades de Manzanares para visitar, tanto a nivel gastronómico, como culturales, turísticas, históricas, de patrimonio, son infinitas, y que también queremos potenciar. El festival no es sólo de Lazarillo, sino que es de Manzanares.
