El Auditorio “Manuel de Falla” del Conservatorio “Marcos Redondo” de Ciudad Real ha acogido este viernes una espléndida edición del concierto “Colores Sonoros” en el que los versos del poeta francés Paul Verlaine, considerado uno de los máximos exponentes del simbolismo, han sido el nexo de unión dentro de una propuesta artística que ha unido la música y la literatura en una experiencia sensorial única.
David Caba, profesor de piano en el conservatorio “Marcos Redondo” de Ciudad Real, y coordinador del concierto denominado ‘Música y literatura’ ha comentado que este año han decidido cambiar la perspectiva para que los alumnos «vean que la música se relaciona con todas las artes”.
Considera que música y literatura se encuentran “muy interrelacionadas”, al explicar que lo están “de una forma muy directa en casos de las obras con las que vamos a comenzar esta tarde, que son para canto y piano, así como con otros compositores como Liszt con sus sonetos de Petrarca. Por tanto, hay desde inspiraciones directas a temas más indirectos, pues al fin y al cabo todos los compositores estaban relacionados con los diferentes artistas, aunque no fuesen de su disciplina”.
Durante el espectáculo de esta tarde se ha realizado un apasionante recorrido por algunos de los versos más importantes del poeta francés Paul Verlaine vistos desde la óptica de tres compositores diferentes, entre ellos Reynaldo Hahn, con ‘La hora exquisita’, y que supieron darle una nueva dimensión. Estas piezas han sido interpretadas para canto de soprano y piano.
También han sonado obras de Robert Schumann, como Papillons, así como varias composiciones de Ravel y Liszt, entre otros.

Caba comenta que la buena acogida que todos los años tiene la actividad ‘Colores Sonoros’, indicando que “se trata de una pequeña costumbre que ya se va convirtiendo en tradición” y que “puede servir para “acercar al público al mundo de la música desde una perspectiva diferente, ya que cada obra es explicada y relacionada con el contexto artístico y literario”.
“La música tiene un contenido mucho más importante que el que a simple vista pudiera parecer, hasta que el punto que la sinfonía de Leningrado de Shostakóvich salió de la Unión Soviética en un microfilm llevada por espías para poderla estrenar en Estados Unidos”.

En el ciclo han participado cerca de veinte profesores del Conservatorio “Marcos Redondo” de Ciudad Real, acompañados por otros profesores del “Pablo Sorozábal” de Puertollano y del Conservatorio Profesional de Música Jacinto Guerrero de Toledo.