Con la intención de ser diferentes a otros a la hora de hacer teatro clásico, el director Juan Polanco, con la colaboración de Karmele Aranburu en el verso, lleva y estrena esta comedia de Calderón de la Barca al Teatro Municipal. Ocho muñecos y un personaje real y vivo, dan una mirada contemporánea a este clásico del Siglo de Oro durante los días 19 y 20 de julio.
Fiel a los versos de este clásico, Karmele Aranburu ha intentado, con esta obra, ayudar a la comprensión contemporánea para acercar el texto al espectador. “Hemos mantenido el ritmo del verso mezclado con el ritmo de la comedia”, asegura Aranburu.
Alberto Arcos fue el que le propuso la idea a Juan y a Karmele. Él es un personaje más que protagoniza la obra junto a los otros ocho personajes. “Al principio me costaba, miraba al actor y no al muñeco”, afirma Arcos. Feliz de compartir esta experiencia con el equipo de No hay burlas con el amor, Alberto quiere disfrutar de la experiencia del festival de Almagro porque es la primera vez que pisa suelo manchego para subirse a los escenarios.
Los muñecos de Mónica
“Este era un reto porque no había trabajado el tema de muñecos”, confirma la encargada de fabricar a estos personajes, Mónica Florensa. Desde la dirección, Juan y Karmele me propusieron que fuesen unos muñecos que no fueran sustitutos del actor, sino que fueran complementos para que añadiesen acción y ritmo. “La idea era crear ese universo con esos personajes que entran y salen y que acompañen al actor sin entorpecer la acción”, concluye Florensa.