La velada de ayer fue una gran noche de música. Música y emociones que Óscar y Mario supieron transmitirá al casi medio millar de personas que acudieron al Teatro Municipal de Tomelloso. No en vano, “Salinas”, el último trabajo discográfico del genial guitarrista, está dedicado a su familia materna.
Al guitarrista se le notaba a gusto, en su pueblo y con su público. El público estuvo durante todo el recitar con un respeto casi religioso hacía el que consideran “su guitarrista”. Incluso los más flamencos, siempre metidos en situación dosificaron los “¡ole!” con reverencia y ecuanimidad.
En el escenario del Teatro Municipal Herrero fue mostrando palos flamencos (alegría, solea, taranta, farruca, bulerías, malagueña o rumba) mientras interpreta a su repertorio. Títulos sugerentes como Luz de otoño, El duende, Abuela, Abantos, Carrusel o Trovador. Cabe destacar la compenetración de los dos guitarristas y la significativa evolución de Mario que toco un solo muy bien interpretado.
Óscar Herrero es nuestro, como aseguraba una aficionada, y este jueves nos trajo a Tomelloso lo mejor de su música en un magnífico concierto.