Un montaje que hizo las delicias de pequeños y grandes con la participación de veinte actores y que por medio de la risa y del buen hacer del elenco transmitió a los chicos y chicas valores importantes como la solidaridad o el amor a la naturaleza.
La obra, de Delia Maunás, con la que Pan Pá Hoy ganó el Premio Buero de Teatro para grupos no escolares en 2011, se representó en el auditorio López Torres y la compañía, que está celebrando este año su X Aniversario ha querido representarla en el Teatro Municipal y lo hizo con gran éxito.
Ante un público eminentemente familiar y ruidoso y por medio de una escenografía divertida, Pan Pá Hoy hizo pasar por el escenario del Teatro Municipal a un sinfín de animales, todos los del bosque. El montaje comienza con un terrible cazador que va a abatir al rey de la selva, al león con su maravillosa escopeta. El tipo se las prometía muy felices, iba a ser rico con la caza de gran felino y, ¡zas!, un conejillo le birla la escopeta. El gran hombre se había hecho el cuento de la lechera. Y es que de eso va la obra, de las fábulas clásicas interpretadas por los animales.
Las distintas escenas del montaje transcurren por esas fábulas clásicas que todos conocemos (todos no, los mayores), las de Esopo, La Fontaine y Samaniego entre la algarabía del público infantil, mientras buscan al rey del mundo. Y es que, ya se sabe, aunque la mona se vista de seda, se sigue quedando simia, como demuestra la primera escena. La zorra y la cigüeña mostraron las distintas formas de servir la comida y, especialmente, que hay que pensar en los demás. Un congreso de ratones, sesudo y con infinidad de ponencias y discursos y tras un arduo debate, decide que hay que poner un cascabel al gato para oírlo llegar. Pero, ¿quién le pone el cascabel al minino?
Mientras el cazador llora que llora por su escopeta es atacado por una pulga andaluza que va a estar pegada a él durante toda la función. Los cangrejos rojos viruejos quieren el progreso para llegar lejos. Para eso tiene que andar hacía adelante, según un magnífico libro. Aunque, del dicho al hecho hay un trecho importantísimo. Un burro y una oveja (lucera, que viene ligera) y una hormiga. El asno quiere ser cualquier cosa menos jumento, está dispuesto a cambiarse por la oveja o por la hormiga pero, cuando conoce que en todos sitios cuecen habas prefiere quedarse como está.
La famosa carrera entre la liebre y la tortuga (bueno, tortugo y argentino, en este caso) se resuelve como todos sabemos. Un lobo feroz —el malo de este cuento, aseguraba— al atacar un rebaño es repelido por un perro pastor, dado su parentesco el mastín convence al lobo para que domestique y viva en la casa del amo como un rey. Pero, el lobo prefiere pasar hambre y ser libre que estar saciado y atado. El más feo y guarro de la selva, un sapo al que llaman Harry el sucio, es el encargado de salvar a la más bella, una mariposa de mil colores. Hasta el león, el rey de la selva, necesita de la ayuda de unos mínimos ratoncitos para salvarse de una red.
Al final aparece la escopeta y el cazador recobra la “valentía”, él es el rey del mundo y se va a cepillar al león. Pero la solidaridad de los animales le hace descubrir que el verdadero rey del mundo no destruye la naturaleza ni mata animales.
Disfrutamos de una tarde de teatro divertida y alocada donde Pan Pa’ Hoy cosechó un gran éxito en el Teatro Municipal.