La Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha investido este jueves como doctor honoris causa al escritor Paul Auster y al historiador Richard L. Kagan durante un solemne acto académico presidido por la rectora Amaya Mendikoetxea. Ambas candidaturas han sido promovidas por la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad.
Durante su discurso tras ser investido doctor honoris causa por la universidad madrileña, Auster ha lamentado la «devastación» que ha supuesto la invasión rusa a Ucrania y ha reproducido un artículo que escribió hace dos años, en los primeros días de la pandemia, en el que rememoraba un día de 2017 que pasó en la localidad ucraniana de Ivano-Frankivsk, en la que nació su abuelo paterno.
«La invasión rusa a Ucrania está a punto de entrar en su quinto mes, una devastación nunca vista en Europa desde la II Guerra Mundial», ha señalado el escritor, quien se ha mostrado «muy agradecido» por el reconocimiento recibido por la universidad.
El autor, que ha recibido los símbolos que acompañan al birrete laureado (un anillo, guantes blancos y el libro de la ciencia), ha bromeado antes de pronunciar su discurso: «¡Miradme, qué pensaría mi madre!».
El novelista, poeta y guionista Paul Auster es uno de los autores estadounidenses contemporáneos más reconocidos desde la publicación de su novela ‘La invención de la soledad’ en 1982, ha explicado el centro universitario en un comunicado.
El autor de obras como la ‘Trilogía de Nueva York’ y ‘El palacio de la luna’ es también un apasionado del cine, donde ha trabajado como guionista (‘The music of chance’, ‘Smoke’) y como director (‘Lulu on the bridge’). Auster recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006 y es Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia desde el año 1992.
La encargada de nombrar los méritos de Auster ha sido la profesora Laura Arce, madrina en la candidatura del escritor, del que ha destacado que representa «los valores del humanismo como creador y crítico literario», así como su «vinculación con la cultura europea, su compromiso y su visión crítica de las sociedades contemporáneas». «Es uno de los escritores norteamericanos con más influencia de la literatura europea», ha asegurado.
Durante su discurso, Arce ha recordado la anécdota que llevó a Auster a convertirse en escritor, no poder conseguir el autógrafo de su ídolo de la liga de béisbol cuando tenía ocho años por no llevar un bolígrafo encima. Así, ha recordado las palabras del propio Auster: ‘Después de aquella noche comencé a llevar un lápiz conmigo allí donde iba. Si llevas un lápiz en el bolsillo, hay bastantes posibilidades de que un día te veas tentado a utilizarlo’.
RICHARD L. KAGAN
Por otro lado, el historiador, profesor y ensayista Richard L. Kagan es un hispanista especializado en la España de los Austrias. Licenciado en la Columbia University, Kagan se doctoró en Cambridge University con una tesis sobre ‘La España de los Hasburgo’, que fue supervisada por el historiador John H. Elliot.
Kagan ha incidido en el «inmenso placer» y el «honor singular» por su reconocimiento. Además, ha expresado su «agradecimiento profundo» a su padrino, el profesor Antonio Álvarez Osorio.
Cuando empezó hace unas semanas a considerar el tema de su presentación de este jueves, Kagan averiguó que otros honrados ofrecieron una presentación de carácter autobiográfico o «mirando atrás para hacer un balance que ubicase su propia obra». «Yo por mi parte he considerado más interesante ofrecerles una breve introducción de la historia de Filadelfia, ciudad en la que vivo desde mi jubilación», ha relatado.
En concreto, su discurso ha girado en torno al capítulo de la historia de Filadelfia entrelazado con la historia de España: los años de las grandes revoluciones atlánticas.
Así, el historiador exploró brevemente el papel que esta ciudad -en la que reside desde 2013- desempeñó en el mundo hispánico durante la época revolucionaria. Un momento en el que, gracias a diversos ingredientes como la libertad de prensa, Filadelfia era una urbe próspera, de aire cosmopolita y con una esfera pública abierta y liberal.
El historiador es profesor de la John Hopkins University y a lo largo de su carrera ha publicado numerosas obras, entre las que destacan ‘Los sueños de Lucrecia’, ‘Imágenes urbanas del mundo hispánico’ y ‘Los cronistas y la corona’.
El profesor Antonio Álvarez Osorio ha sido el encargado de enumerar los méritos de Kagan y sus principales aportaciones científicas en el ámbito de los estudios humanísticos.
Durante su intervención, Álvarez Osorio ha recordado que «la singladura de su familia se asemeja a la de tantas que se vieron forzadas a dejar sus tierras natales en los primeros lustros del siglo XX y trasladarse a Estados Unidos buscando una nueva vida».
Así, ha explicado que los Kagan dejaron Ucrania «poco antes de que las guerras y el totalitarismo asolasen buen parte de Europa durante décadas». «Cabe conjeturar en qué medida este éxodo familiar pudo influir en la forma de comprender los procesos sociales y el análisis histórico por parte del profesor Kagan, así como su particular sensibilidad con los grupos estigmatizados y perseguidos a lo largo de los siglos», ha precisado.
UN «HONOR» PARA LA UAM CONTAR CON AUSTER Y KAGAN
Cerró el acto la rectora de la UAM, quien subrayó el honor que supone para la universidad contar con personas como Auster y Kagan. «Queremos establecer con vosotros un compromiso duradero y fructífero, para hacer de nuestra Universidad un lugar para la formación de ciudadanos libres. Es un honor contar con personas que, como ustedes, nos sirvan de guía en la defensa y transmisión de estos valores en el futuro de nuestra institución», señaló.
En su discurso, Amaya Mendikoetxea afirmó que este acto ha sido una celebración de las Humanidades, «que se ocupan del sentido del ser humano, a través de sus obras y de sus palabras», y reivindicó la importancia de la investigación en estas disciplinas.
«Es crucial para entender nuestra cultura y la de los demás, para ayudarnos a manejar la complejidad del mundo en el que vivimos debe informar el debate público sobre muchos de los retos sociales, culturales, éticos y económicos y tener un impacto en las políticas públicas», apuntó.