El historiador se remontó al año 1624, momento en el que el erudito Tomás Tamayo de Vargas confeccionó una biografía con los mejores libros y autores de España hasta el momento, y en la que se anota cómo “Cervantes era ingenio, aunque lego el más festivo de España”, subrayando así la falta de estudios del insigne escritor, tal vez, según destacó Pedraza, porque “intuía la relación entre este hecho y la nueva y revolucionaria concepción artística”.
Y es que, según señaló Pedraza, tanto Cervantes como Lope “eran autores de su propia cultura”, ciertamente “muy leídos, con un amplio bagaje, pero alejados de todo escolasticismo y erudición indigesta”, además “de no pertenecer al grupo de los privilegiados ni desde el punto de vista cultural, ni económico ni de sangre”, lo que les hizo conectar, según su opinión, con la sociedad de forma más amplia. De modo, que se puede concluir que “la literatura moderna la crearon malos estudiantes”.
El relevo a Pedraza se lo dio el cómico Dani Alés, conocido por sus apariciones en el canal de televisión Comedy Centra. En su ácido monologo inicial, Alés se sorprendía de que uno los mayores méritos que se atribuyen los lectores de El Quijote es que sacan pecho por simplemente haberse leído el libro entero, o que sería más efectivo que lo ilegalizarán para que realmente hubiera más españoles con ganas de leerlo. Su espectáculo lo completó con una serie de trucos de magia, fallidos al principio, pero que al final dejaron al público sorprendido y con una sonrisa en la cara. Entre esos asistentes se encontraban la diputada provincial por la comarca de Daimiel, Montserrat Castro, la concejala de Turismo, María Dolores Martín de Almagro, y la concejala de Mujer, Alicia Loro.
La segunda jornada de los Encuentros con Cervantes continuó ayer, a partir de las ocho, en el Espacio Fisac. El escritor Ramón Buckley expuso el tema «Ubicando a Don Quijote: ¿En La Mancha, en Barcelona … o en Sanabria?» y el doctor por la Universidad de Nueva York, Eugenio Suárez, analizará «Los batanes de Cervantes (I, 20: relectura y revisión crítica de un capítulo clave del Quijote)». Por último, el sociólogo Lorenzo Díaz, y el ex-sumiller Custodio López Zamarra, ilustrarán sobre «Comer y beber con Don Quijote y Sancho».
Cervantes no tenía formación reglada
Pedraza hizo un somero recorrido por las andanzas vitales del autor del Quijote, destacando su falta de formación académica reglada, lo cual no fue óbice –sino más bien lo contrario- para permitirle engendrar la obra maestra de la literatura en lengua castellana sin dogmas que le encorsetaran en su narración. Igualmente se hizo alusión al anhelo de Cervantes por medrar en el ámbito del teatro, los cuales no cuajaron en la medida que a él –a Cervantes- le habría gustado, en un palenque copado por el ingenio y la prolífica producción de Lope de Vega.
Su disertación, amena y entretenida, amén de instructiva, estuvo epilogada por el monólogo “No leáis el Quijote”, de Dani Alés, cómico, además de Doctor en Filología, quien hizo las delicias de los asistentes con su dinámica intervención, salpicada por comentarios jocosos y culminada con distintos juegos de ilusionismo. (Julio César Sánchez).