Aurelio Romero, promotor del Premio Café Español de Relato Corto, ha animado a los amantes de la escritura de Ciudad Real a participar en la segunda edición del certamen, cuyo plazo se extenderá entre el 4 de febrero y el 31 de mayo.
Ha sido en la presentación del concurso este tarde en la librería Serendipia de la capital ciudarrealeña, en la que ha participado la directora del diario Lanzadigital, Laura Espinar, donde colabora Romero, y el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha, Francisco Alía.
Se trata de un premio que ha nacido, según ha explicado Romero, con la vocación de fomentar la lectura, crecer y llegar a ser un certamen de novela corta en futuras ediciones.
Va camino de convertirse en uno de los certámenes más conocidos en Andalucía, tras haber sido impulsado por la familia Rosablanca de la localidad cordobesa de Villanueva del Rey, y que ahora amplía sus redes a Ciudad Real, provincia que en la Guerra Civil acogió a parte de esta saga, entre ellos el nacimiento del propio Aurelio Romero.
El galardón tiene la particularidad de que todos los trabajos que concurren son publicados en la red, antes incluso de que el jurado los valore, con el fin de cumplir el objetivo de dar visibilidad a la creación literaria de los participantes.
Este jueves seguirán las presentaciones en el establecimiento del número 8 de la calle Libertad 8 de Madrid, un emblemático local vinculado a la cultura protesta, así como posteriormente llegará a Bilbao, San Sebastián y Santiago de Compostela.

Por ello, Romero espera que el número de escritores y escritoras que concurran este 2019 supere a los 39 del año pasado, con el tema libre que elijan y una extensión mínima de 300 palabras y máxima de 700.
Pueden enviar las obras por correo electrónico a la dirección premiocafeespanol@gmail.com
El también periodista ha destacado “el nivel” del jurado para la nueva edición, que estará presidido el premio Nacional de Literatura y Premio Nadal, Alfredo Conde, el ganador de la primera edición, José María Noguerol, el periodista y poeta, Rodolfo Serrano, el director del Diario Córdoba, Francisco Luis Córdoba y Manuel Ángel Barbero, Premio de Novela Círculo de Lectores 2017.

Premio de fotografía
La familia de los Rosablanca también patrocina desde hace cuatro años los Premios Rosablanca de Fotografía, que en su quinta edición “redondearemos” con una exposición que reunirá las imágenes de todas las ediciones, y que será inaugurada próximamente en la Diputación de Córdoba por la fotógrafa puertollanense Cristina García Rodero.
Recalará, igualmente, en el Museo Municipal ‘Elisa Cendrero’ de Ciudad Real y en la población, cuna de sus impulsores, Villanueva del Rey.
Romero ha destacado la “calidad impresionante y emocionante” de los 269 trabajos presentados en 2018, correspondientes a 113 autores, no solo españoles, sino procedentes de Francia, Brasil, Italia, Venezuela y Argentina.
Vinculación
Por su parte, Laura Espinar ha valorado durante su intervención la vinculación de Córdoba y Ciudad Real a través del certamen, una unión que nació hace 80 años y que Aurelio Romero ha mantenido con sus publicaciones en el diario Lanza desde principios de los años 70.
La directora de lanzadigital también ha subrayado el papel que juegan las redes sociales en el desarrollo de este premio, al aprovechar «unos nuevos canales de información que tienen una incuestionable influencia en la sociedad». También ha aplaudido que sean utilizados para impulsar «el hábito saludable de los lectores».
Para Espinar, la publicación digital de los trabajos literarios en la web del certamen representa una «oportunidad» a la hora de dar a conocer nuevas historias escritas, así como la posibilidad de poder subir fotografías, ilustraciones o vídeos «les da más vistosidad».
Momento histórico
Previamente, el profesor Francisco Alía ha enmarcado el momento histórico en el que la familia apodada Rosablanca, propietaria del Café Central en Villanueva del Rey, se desmembró coincidiendo con el estallido de la Guerra Civil.
Se ha hecho eco de «las calamidades» que sufrieron algunos miembros de los dueños de un local de 128 años todavía abierto por haber acogido tertulias y reuniones de sectores políticos excluidos en la alternancia entre el partido Liberal y el Conservador de las primeras décadas del siglo XX .
La historia está contada en el libro ‘Si pudiera hablar de ti’, del propio Aurelio Romero, que prologó Alía, quien ha recordado el triunfo de los rebeldes en Córdoba en 1936 y la huída de muchos de sus represaliados a Ciudad Real, una provincia que se convirtió en receptora de miles de refugiados de toda España.
Al parecer, la población ciudarrealeña pasó de 26.000 a 75.000 habitantes y tanta afluencia provocó, entre otras causas, «que pasaran hambre».
En esos años, algunos miembros de la familia de los Romero se instalaron en Ciudad Real, con nuevos lazos sociales y laborales, como la propia madre de Aurelio, que trabajó para los Medrano, cuya hija, Elisa Cendrero, se convitiró en una de las mecenas culturales de la capital y en cuya casa -que cedió al Ayuntamiento- se ha reabierto recientemente el Museo Municipal ‘Elisa Cendrero’.