Los alumnos del Centro Educación Especial Puerta de Santa María se han puesto manos a la obra para dar ‘vida’ a todas aquellas bicicletas que se encuentran paradas, abandonadas y guardadas en trasteros e incluso parcelas sin previsión de volver a ser utilizadas.
Tras un año de contemplar las posibilidades que concedía el proyecto con la consultoría social Valor Compartido, el Puerta de Santa María abrió hace un mes el taller ‘Recicletas’ y ya han recibido 25 bicicletas que están reparando un total de 18 alumnos con habilidades y capacidades especiales.
Completamente ‘niqueladas’ y como nuevas las dejan los alumnos en este taller que se desarrolla en el Puerta de Santa María durante tres horas a la semana, además de otra para organizar las tareas, comentó el director del centro, David Martín, que resaltó que esta iniciativa favorece que los participantes desarrollen habilidades manipulativas mientras aprenden a reparar bicicletas, además de fomentar la organización del trabajo, la colaboración con compañeros, la limpieza y el orden.
Chicos y chicas de 13 a 21 años participan en ‘Recicletas’, cuyo nombre fue elegido de entre las propuestas que realizaron los alumnos del centro, y de forma paralela al taller se van a llevar a cabo actividades como la elección del nombre para cada bicicleta y que a ésta se le acompañe de una breve historia y del nombre de quiénes han trabajado en su recuperación para que puedan volver a circular.
La primera tanda de bicicletas ya reparadas y restauradas presumiblemente partirá en febrero a través de la ONG Agua de Coco a Madagascar para niños que necesitan este medio de transporte, comentó Martín, que indicó el propósito de que esta actividad se prolongue, se consolide e incluso que en el futuro los usuarios puedan hacer prácticas en empresas de reparación de bicis.
‘Recicletas’ contó este jueves con la visita de la concejal de Educación, Nohemí Gómez-Pimpollo, que felicitó al centro por esta iniciativa que impulsa un itinerario preprofesional a alumnos con habilidades y capacidades diferentes, preparándoles para planes profesionales de inclusión, y animó a todos los ciudadanos que tengan una bicicleta olvidada o sin visos de ser utilizada a que la lleven a este aula reconvertida en taller donde se las pone de nuevo a punto para que vuelvan a ilusionar y ser útiles.