A. R.
Ciudad Real
“Hay cosas que puede calmar la poesía” y “hay un determinado tipo de razonamiento que no hacemos si no es mediante imágenes y versos”, destacó ayer la escritora leonesa Ruth Miguel Franco, que leyó en el Aula de Poesía de Letras poemas de su libro ‘La muerte y los hermanos’, merecedor del accésit del Premio Adonáis 2011, así como nuevas obras que ha publicado en blogs y revistas.
Miguel Franco, quien da clases de Lengua en la Universitat de les Illes Balears, indicó que la poesía siempre ha sido importante, como lo demuestra que nunca se han dejado de escribir ni de leer obras poéticas, y señaló a los estudiantes que la única orientación en este género es “lo que te guste y quieras seguir leyendo”, de manera que hay que “abrir y cerrar libros en una librería o blogs en internet hasta que encuentres lo que quieres leer”.
“Lo mejor es perderse”, no hay “ni creo que deba haber” una línea determinada, que indique que hay que ir de un punto a otro de manera obligada, expuso la autora, que afirmó que, por su formación, siempre ha mirado a los clásicos latinos, aunque le interesan muchísimos autores, entre los que citó a Joseph Brodsky, Aníbal Núñez, Juan Antonio González Iglesias y la italiana Amelia Rosselli que está actualmente traduciendo y a la que calificó de “brutal”.
La familia y la casa, con reflexiones sobre el mito de nacer, crecer, irse y volver a veces, son algunos de los temas que aparecen en su poesía, en la que también está presente el sentimiento religioso. Aparentemente sencilla, la poesía de ‘La muerte y los hermanos’ es emotiva, intensa y capaz de captar instantes de la vida y dejarlos en el aire, comentó Asunción Castro, responsable del Aula de Poesía, que indicó que contactaron con Miguel Franco en el marco del objetivo de traer voces distintas y autores de diversas generaciones del panorama poético español.