J. Y.
Ciudad Real
Hasta siete horas estuvieron los diez participantes de la tercera edición de la Horror Fashion Week en manos de los maquilladores y caracterizadores para conseguir la imagen horrorífica más impactante y espectacular de un certamen de profesionales del maquillaje y ciencia ficción del Festival Internacional de Cine de Terror y Fantástico Hemoglozine.
Saray Cárdenas, responsable de la actividad, destacó la originalidad de los montajes y la diversidad de la procedencia de los diez participantes (la mitad de pintura corporal y la otra mitad de caracterización), que llegaron para mostrar sus trabajos durante dos minutos en la pasarela desde Granada, Valencia, Barcelona, Sevilla, Málaga y de Ciudad Real (Mariela y Amanda)
Alex López-Roso codirector del festival valoró la calurosa acogida de público de las dos primeras citas, que ha hecho que este año hayan cambiado a un espacio mayor en un hotel. “El público que sigue el terror ciencia ficción y la fantasía nada convencional, es fiel”, señaló.
La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, quiso apoyar con su presencia un certamen que “ya tiene un nombre establecido” y que contribuye a “hacer una ciudad viva y cultural donde todos los gustos tengan cabida”.
La primera edil ligó estas convocatorias “con la promoción económica para hacer una ciudad diversa y rica” como capital de la provincia.
Premios
El jurado valoró la originalidad, la provocación y el impacto en las varios cientos de personas que asistieron provocados por los ‘modelos’ y el de sus creaciones a la hora de puntuarlos.
De esta manera, Amanda Raquel Martín García se llevó el primer premio de caracterización, por ‘Shivaratura el devorador de almas ‘. El segundo lugar fue para ‘El invierno de fuego’, de Alejandra Pérez.
En el caso de la modalidad de body painting, el más puntuado fue el montaje ‘El caballero de la armadura oxidada’ de Jessica Oteruelo y ‘La segodora de almas’,del equipo de Raquel Fernández, el segundo.
Esta actividad es una de las más seguidas dentro del Festival de Cine de Terror de Ciudad Real por la vistosidad de las indumentarias y por la atracción que despiertan las pasarelas, en este caso como escenario para la perfomance más pavorosa.