El director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ignacio García, hace un balance “muy positivo” pasado el ecuador de la 44ª edición. “Aparte de lo que preveíamos, que hubiera una presencia muy variada de compañías y que estuvieran Portugal, la Compañía Nacional de Teatro Clásico como emblema del Festival, Navarra y La Mancha”, las buenas noticias vienen de “la excepcional calidad de las propuestas y una buenísima acogida”.
“En taquilla, ya estamos por encima del 86 por ciento de ocupación, y el público está respondiendo de una manera muy entusiasta tanto en la compra de las entradas como después en los espectáculos porque está sorprendiendo mucho, sobre todo, lo desconocido”, lo menos visto, como “lo portugués y lo navarro, y también la audacia de las propuestas de la CNTC. Así que el balance de momento es muy positivo y confiemos que hasta el final siga con la misma tónica”.
De cara a los diez últimos días del Festival, pone como ejemplo de las múltiples delicias que aún restan por disfrutar ‘El príncipe constante’, que “viene de triunfar en Madrid y de una gran gira y que es una de las grandes apuestas de la CNTC con la que recupera uno de los textos fundamentales de Calderón, el cual no se había montado hasta ahora por parte de la Compañía Nacional”. Así mismo, “todavía quedan propuestas portuguesas como ‘Embarcaçao do inferno’ o el espectáculo de Os Músicos do Tejo que vienen la semana que viene, de Navarra este fin de semana se representa ‘Loco desatino’ y la próxima semana ‘El Cantar de los Cantares’; y seguimos teniendo oferta para todos los públicos como ‘Lope sobre ruedas’”. Cada producción programada tiene “su encanto”, como sucede con ‘La vida es sueño’ o ‘Las bizarrías de Belisa’, en una combinación entre los títulos conocidos y novedosos que es lo que “más le atrae al público porque puede elegir a la carta un Festival de Almagro y una visión de los clásicos que se adapte a sus gustos”.
Tras las dificultades y limitaciones originadas por la pandemia, “ya son cerca de 15.000 personas las que van a estar aquí viendo teatro clásico, lo que es un avance considerable respecto al año pasado. Seguimos con aforos limitados y protegiéndonos como hay que hacer pero estamos en la vía de recuperación del carácter internacional del Festival, de la variedad de las cuatro semanas y de espacios como el Patio de Juan Jedler o el Teatro Municipal que no pudieron abrirse el año pasado. No estamos del todo normalizados, pero sí en un camino optimista hacia la normalización”, detalla.
Es una edición con muchas flores, tanto en el cartel de José Manuel Castanheira como en el lema de Sor Ana de la Trinidad, ya que esta 44ª edición es una especie de jardín botánico con “flores distintas de aromas diversos para que el público que venga tenga esa sensación de disfrutar de placeres para los sentidos”, aprecia García, que, entre sus principales recomendaciones, anima a presenciar los espectáculos portugueses de ‘La barca del infierno’ y Los músicos del Tajo.