Es Teresa Rodríguez, hija del conocido director de teatro y actor puertollanense, Borja Rodríguez, y nieta de quien potenció hace algunas décadas el teatro en la ciudad de Puertollano creando su propia compañía y llevando el teatro a los colegios, Isidro Rodríguez. La familia Rodríguez se está convirtiendo en toda una saga de actores sobre las tablas de los escenarios. La más pequeña de todos, Teresa Rodríguez lleva trabajando en este gran oficio desde hace tres años y lo hace, sin duda, con mucho desparpajo.
Teresa es consciente de la responsabilidad que conlleva ser actriz, aunque afirma rotundamente que ella lo que quiere ser es diseñadora de moda, pero mientras tanto sigue haciendo sus primeras interpretaciones y conquistando a los peques que se sientan frente al televisor. “Me encanta el teatro” dice Teresa con un tono muy animado, “es una diversión, es divertido, expresivo y es lo que más me gusta porque te puedes expresar libremente con un texto, expresar sin tener que decirte lo que tienes que hacer, tienes que ser tú mismo en un escenario con un millón de personas”, afirma con contundencia a sus diez años de edad.
No parecer importarle el hecho de que su trabajo sea visto por “millones de personas” porque al final el público “te está mirando pero también admirando” dice Teresa Rodríguez, consciente también de su fama.
Esta niña, con raíces puertollaneras, ha pasado también por “Casa de muñecas” o por Mickey Mouse Squad de Disney Chanel y su mayor admiración es para Emma Watson aunque también le gusta mucho Maribel Verdú a quien veía con su última obra “Los invencibles” en una de esas citas que Teresa Rodríguez tiene también con el teatro, pero en esta ocasión ya formando parte del público. “Que la gente aprecie el teatro, es algo difícil pero te lo disfrutas”.
En sus horas de grabaciones y rodaje Teresa Rodríguez tiene muchas anécdotas y recuerdos que compartir con quien habla con ella, así narra una escena en el Club Houdini que para ella fue la más divertida en la que, dice riendo, “teníamos que desenterrar una tumba, fue una escena graciosa”, en el Club Houdini ha trabajado durante tres temporadas.
Es una buena estudiante, asegura que le gusta mucho el colegio y sobre todo las matemáticas. Cuenta con muchos amigos en su centro escolar, como cualquier niña, esos amigos que ella considera “mis amigos” porque la quieren por ser Teresa Rodríguez no por ser ninguno de sus personajes y ven “como algo normal que yo trabaje en el cine o en la televisión, son mis amigos, me dicen que lo hago muy bien y me apoyan mucho, pero lo hacen de una forma que yo me siento cómoda”, advierte.
A pesar de ser una niña muy avispada lo que menos le gusta de su popularidad es que otros niños y niñas le paren por la calle para pedirle un autógrafo si la reconocen con algunos de sus personajes, “no me gusta que me reconozcan, yo vivo en Madrid y soy Teresa Rodríguez”, precisamente porque se siente incómoda al ser parada por gente que desconoce puede ser una de las causas que hacen que no le guste ser reconocida por la calle, cuando tiene el papel de ser una niña como cualquier otra.
Y a pesar de vivir en Madrid por cuestiones profesionales de sus padres –su madre también es actriz, Anabel Maurín- asegura que “me gusta un pueblo más que a un tonto un lápiz” y reconoce que “me encanta Puertollano, amo Puertollano”. No obstante es en esta ciudad donde se encuentran sus abuelos, “a mi abuelo le gusta mucho que yo sea actriz, está feliz que yo siga esta profesión como algo familiar” y Teresa seguirá, por lo menos de momento, los pasos que un día iniciaron su padre y su abuelo, aunque ella lo haya hecho a una edad mucho más temprana dando sus primeros pasos en el mundo de la interpretación.
Borja Rodríguez, su padre, explicaba cómo su hija comenzó a adentrarse en este mundo artístico, “fue a través de una agencia de casting, la madre de un compañero de Teresa es diseñadora de publicidad y nos comentó que había un casting para trabajar, se presentó a una prueba y con la mayor naturalidad del mundo consiguió ser la elegida”.
Borja asegura que su hija es Tamara “solo en la serie, luego es una niña normal, no dice nunca nada de su trabajo, evita decirlo y comentarlo con otros niños” para evitar que sea conocida y reconocida, no obstante el Club Houdini ya se está emitiendo en otros países como Alemania, Italia, Portugal, Francia y Méjico, por lo que Teresa Rodríguez ya está traspasando toda las fronteras con su personaje de Tamara.
Como director, Borja Rodríguez considera que Teresa es “muy precisa, lleva muy bien el planning de la escena” y que además de ser profesional se divierte realizando su trabajo y en muy pocas ocasiones tiene que repetir las tomas.
Para Borja Rodríguez el hecho de que se abran estas puertas para su hija supone “una posibilidad más para Teresa, se le abre el abanico de posibilidades, es una niña muy creativa, no le gusta nada la tecnología tipo tablets y demás” y ha hecho del arte de ser actriz su primera profesión con tan solo diez años. Sin duda Teresa Rodríguez también sabe llevar el nombre del pueblo de Puertollano, ese al que quiere mucho, allá por donde va y comienza sus pasos en la interpretación con muy bien pie.