El amor a esta tierra manchega del que se fue, a ese “cordón umbilical que tira de ti para volver a ella” protagoniza ‘Romance del regreso’, obra de Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez, de Castellar de Santiago, o de “los Pucheros para los amigos”, que se alzó ganadora del Primer Premio de Poesía del XVII Certamen Literario Sancho Panza, convocado por la Hermandad de Pandorgos, mientras que el relato ‘El día que se casó Carmen’, de Moisés Navarro Fernández, residente en la localidad granadina de Motril, logró el Primer Galardón en Prosa.
‘Romance del regreso’ describe la pasión por “esta tierra que llevas dentro y de la que un día tuviste que alejarte, abandonarla por necesidad o por dolor”, impregnado de “un tesoro de atardeceres, olores, refugios y alboradas, y noches de cielo de raso con estrellas como lágrimas”, apiñados en el corazón y de los que “fuiste bebiendo para soportar el desarraigo”, comentó Sánchez Rodríguez antes de proceder a recitar el poema vencedor.
Por su parte, Navarro Fernández leyó su relato “basado en un hecho real” de su infancia con “alguna pizca de fantasía” y en el que, con un rico vocabulario de términos tan precisos como enraizadamente manchegos, narró las emociones, incluidas las de miedo e impotencia ante la fuerza de la naturaleza, del padrino de una boda que con su hijo debe desplazarse hasta la ceremonia en medio de una tormenta, así como la solidaridad de los presentes en el casamiento que con sus mejores galas abandonan la iglesia para participar en las labores de extinción de un fuego en las eras que finalmente terminará sofocando la lluvia.
También gustó y mucho ‘El guardián del silencio’, obra de Sara Barroso Matrán residente en Madrid, que consiguió el Segundo Premio en Prosa. La escritora resaltó que, aunque los jóvenes parezcan desnortados o unos cabezas locas, quieren y admiran a sus abuelos, cuyas palabras “aletean en nuestro inconsciente”. De este aprendizaje con su abuelo Filiberto, surgió un emotivo relato, casi delibiano por su realismo y profundidad, en el que describe la estrecha relación de Rufino y Tomás, quienes intuyen que su pueblo, afectado por la despoblación de las zonas rurales que asola a todas las latitudes de este país, desaparecerá con ellos.
En cuanto al Segundo Premio de Poesía recayó en ‘Grillos’, de Manuel Laespada Vizcaíno, residente en Albacete, que recordó los juegos de infancia con estos insectos cuyos cantos se escuchan sobre todo de noche.