Tras decantarse el pasado año por la papiroflexia y el anterior por un Belén hecho por completo de piedras, barajaron hacerlo para esta Navidad con golosinas, pero al final se decidieron por moldear con harina y luego cocer las figuras, así como utilizar una amplísima variedad de panes y masas para las escenografías de un Nacimiento aterrazado y con hasta cinco niveles, comunicados por galerías y escaleras.
Regañás y cuadraditas rebanadas de pan tostado hacen de baldosas, colines de estacas, barras de picos las prominencias de las montañas, el corruco sirve de cuerpo para el camello con una cabeza que asemeja un mazapán y masas como las de la pizza, con buscadas rugosidades, para hacer montículos y elevaciones.
No faltan escenas como la Anunciación a la Virgen y los pastores con sus ovejitas cuyos cuerpos se resuelven con bolas de harina cocidas, la visita de María a su prima Isabel, pidiendo posada y el Nacimiento al que llegan los Magos de Oriente, pero también están la taberna con sus jarras y jamones colgados, vendedoras de telas y alfarería y un pastor cocinando, probablemente unas migas, en lo alto de la montaña, así como el opulento castillo de Herodes con sus romanos soldados.
Más de un mes modelando figuras y cociéndolas tanto en el horno de su vivienda en Ciudad Real como en su casa en Infantes, ha dedicado Ildi Oravet, con la ayuda de sus hijas, a este original Belén, que también ha contado con colaboraciones de niños como uno que aportó la figura de un mono, ya que vio que había uno en el Belén Monumental del antiguo Casino y éste no podía quedarse sin él.
Instalado en el salón de su vivienda, sita en la calle Azucena 22, 3º E, Oravet tenía pensado desmontarlo el día 22, el día de la Lotería, pero, como está gustando tanto -niños y adultos se quedan admirados por su originalidad- y está recibiendo tantas visitas, baraja mantenerlo hasta Nochevieja.
“En cada figura y detalle hay una gran dosis de cariño”, aprecia la alma mater de este Belén que también es una demostración en estas fechas navideñas de que con poco, harina y agua, se pueden hacer grandes cosas.