En torno a un centenar de chavales de entre tres y catorce años participaron este sábado por la tarde en el Primer Festival Infantil de Folclore de Mazantini que contó con las actuaciones, además de los anfitriones, de muchachos de los Coros y Danzas Santa Magdalena de Madridejos y la Asociación Cruz de Santiago de Villanueva de los Infantes.
Madres, padres, abuelas y abuelos llenaron del salón de actos de la Residencia Santo Tomás de Villanueva para disfrutar del entusiasmo y alegría con los que los niños mostraron una amplia variedad de bailes de la región. Comenzó un grupo con los alumnos más pequeños de la Escuela de Baile de la Asociación de Coros y Danzas Mazantini que ofreció un programa integrado por el baile de las Carrasquillas, la jota del sombrero, el pingajillo y la jota de Las Labores, mientras que los de Madridejos bailaron una rondeña, jota y seguidillas de su localidad, la jota del uno, la jota manchega y un fandanguillo.
Por su parte, el grupo de iniciación infanteño deleitó con el baile de la Carrasquilla y las jotas de la aceituna y Villanueva, y el de los chavales más mayores con el fandango de Infantes, la jota de Villarta, la malagueña del Bonillo y la jota de los caracoles.
Culminó la velada con la actuación del segundo grupo de Mazantini que se decantó por seguidillas manchegas y de Membrilla y las jotas de Villamayor y Ciudad Real.
La vicepresidenta de Mazantini, Chon Segura, destacó que llevaban tiempo pensando en crear este festival de folclore infantil para dar la oportunidad de que los alumnos de la Escuela de Baile actúen en directo y preparen, así mismo, los programas con los que acuden a otros eventos similares como a los que han asistido de Madridejos y Segovia. Además, el próximo 30 de noviembre irán a la localidad murciana de Jumilla y el próximo año actuarán en Infantes.
Para Prado Álvarez, profesora de la escuela de Mazantini que cuenta entre niños y adultos con un centenar de alumnos, es muy importante crear cantera ya que los chavales toman el testigo y son el futuro para que las raíces culturales no se pierdan a través de un folclore con el que además se lo pasan bien.