La formación, de nivel; el escenario, a la altura; la expectación, grande; las entradas, asequibles, el programa, atractivo… ¿Podría fallar algo? Nada falló en las casi dos horas de concierto, con un breve intervalo entre la primera y la segunda parte. Tres compositores (+1) a la palestra, sesenta profesionales en el estrado, y un director ‘trivalente’ al timón. Porque Francisco José Velasco enseña bastante en el Conservatorio de Ciudad Real. Es decir, todo lo concerniente a trompeta, banda y orquesta… que son sus tres responsabilidades en el Marcos Redondo. Y he ahí la muestra al filo de las 20.30 en el Quijano. Además de una orquesta grande, demostró ser una gran orquesta. Y el público goza que goza, y aplaude que te aplaude…

Puede que contribuyese al buen desarrollo del concierto, la oportuna didáctica empleada por el maestro Velasco ante cada parte del programa. Lo cierto es que, el texto y su contexto sirvieron como pretexto, al inicio de cada uno de los tres bloques previstos. Nada resultaba extraño; todo llegaría a ser perfectamente entendible y asumido por el atento auditorio. Pero léase que la voluntad de este hombre -joven, pero hombre al fin- no es algo banal. Desde su nacimiento en Torrenueva, a su afincamiento en Torralba, hay un breve intermedio en la icónica Almagro, que le vincula definitivamente con la música.

El resto ya es puramente anecdótico. Trabajar arduamente, con los mejores especímenes en cada disciplina, no podía arrojar un resultado distinto. Aunque a veces estos componentes de la Sinfónica estén algo distantes. No en vano ‘ejercen’ en formaciones musicales de gran altura por gran parte del país. Kilómetros e ilusión. Porque siempre hay un espacio y un tiempo para volver a casa… Para demostrar a “los de aquí”, que también “los de aquí” saben hacer las cosas bien. Reconoce Velasco, que aunque no se trate de “una orquesta estable al cien por cien” -un concepto que tiende a definir históricamente a las sinfónicas- se esfuerzan por hacer una música sinfónica de calidad. Metamorfoseando por ‘música sinfónica’, “aquel concepto tal vez algo anticuado o rancio de la ‘música clásica’, y tratando de abarcar absolutamente todos los estilos”.

Y ahí están, en Salas de Conciertos exclusivos, o en el contexto de la Semana de la Zarzuela en La Solana, o el Festival de Teatro Clásico de Almagro. Con músicos procedentes de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, la orquesta pertenece estrictamente al ámbito privado, no gozando de mayor protección que las ayudas puntuales de Ayuntamientos y Diputación Provincial. Lo que tampoco deja de ser ciertamente extraño: “Castilla-La Mancha es la única Comunidad Autónoma pluriprovincial que no tiene una orquesta Sinfónica”, dando ahora al término ‘sinfónico’ el sentido de ‘estable’ y ‘oficial’.

“Tenemos grandes músicos en Castilla-La Mancha, que incluso forman parte de otras agrupaciones de ámbito nacional… Pero que echan en falta en su tierra de origen, a una agrupación orquestal oficial y estable. Esfuerzo, trabajo y constancia son valores que también caracterizan a nuestras gentes. Si a eso le unimos los catorce años más un máster, que se hacen necesarios para ser un buen profesional de la música, parece lógico extrañarse del escasísimo apoyo que a todo este potencial se le presta”. Lo dice el maestro, y parece tener razones más que fundadas.

DE SINFÓNICAS Y FILARMÓNICAS
Trataremos ahora de desbrozar algunas de las características que asemejan y/o distinguen a una y otra denominación. Con muchas características en común, parece lógico que ambos términos puedan utilizarsecomo sinónimos, o sin grandes diferencias entre ambas. Lo cierto es que, aunque todas las filarmónicas son sinfónicas, no todas las sinfónicas son filarmónicas. Entendemos que el principal elemento que distingue a las orquestas filarmónicas respecto de las sinfónicas -además de que surgieron históricamente más tarde-, es que suelen estar formadas por miembros de asociaciones ‘amantes de la música’ pero que no son músicos profesionales, ni tienen tampoco una gran formación en este campo.
La palabra filarmónica deriva del griego y significa ‘amante de la música’. A diferencia de una orquesta sinfónica, el término “filarmónica” no describe estrictamente al conjunto en sí. En cambio, suele usarse para diferenciar entre múltiples orquestas dentro de la misma ciudad o región. Por su parte, el término sinfonía se originó en el siglo XVIII, para referirse a una forma musical específica, que consta de múltiples movimientos, aunque usualmente sean cuatro. Algo más tarde, la sinfónica pasó a representar al gran conjunto que interpreta tales obras, si bien las ‘sinfónicas’ han evolucionado con el tiempo. El sucesivo aumento de tamaño y complejidad, ha ido en función de las demandas de los compositores, y en línea con el creciente repertorio de la música orquestal.
TRES AUTORES, TRES
Per aspera ad Astra (Algo así como “Por la dificultad, a las estrellas”. O “Al triunfo, por el esfuerzo”). Es el Título que cohesiona tres grandes obras orquestales que, a través de diferentes culturas y paisajes, reflejan el poder de la música para atravesar un camino de lucha, superación y redención, recordando que, a través de las dificultades, es posible alcanzar el triunfo: Per áspera ad astra.

Finlandia, Op.26 (J. Sibelius)
Johan Julius Christian Sibelius (Hämeenlinna,1865/Järvenpää,1957), fue un compositor y violinista finlandés de finales del Romanticismo y comienzos del Modernismo. Es ampliamente reconocido como el mejor compositor de su país y, a través de su música, a menudo se le atribuye haber ayudado a Finlandia a desarrollar una identidad nacional durante su lucha por la independencia de Rusia. El núcleo de su obra es su conjunto de siete sinfonías que, como el resto de sus obras más importantes, siguen interpretándose y grabándose en su país natal y a nivel internacional. A lo largo de su carrera, se inspiró a menudo en la naturaleza y la mitología nórdica.
Su país le recuerda con un gran monumento compuesto por 600 grandes tubos, obra de la artista finlandesa Eila Hiltunen titulada Passio Musicae. Organizados en forma de ola, frente al Parlamento de Helsinki, pudimos contemplarlos hace unos años. Finlandia de Jean Sibelius, es una poderosa declaración de resistencia. Compuesta en un momento de gran opresión, la obra refleja la lucha del pueblo finlandés por su libertad. A través de las tensiones musicales y el himno triunfal que emerge al final, Sibelius nos muestra cómo, desde la oscuridad y las dificultades, se puede alcanzar un futuro luminoso.

Capricho Italiano, Op. 45 (P. I. Chaikovski)
Aunque bien conocido en nuestra tierra por la frecuencia con la que se representan sus tres ballets (El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces), Chaikovski (1840-1893) es un compositor ruso, grande y prolífico en sus creaciones. Tan sólo un pequeño-gran botón de muestra se nos ofreció en el Quijano.
Capricho Italiano de Piotr I. Chaikovski, una obra que, aunque festiva en su apariencia, también es el resultado de una búsqueda personal del compositor, por encontrar alegría en un momento de crisis emocional. Inspirado en los vibrantes paisajes italianos, Chaikovski convierte sus propios desafíos en una celebración de la vida, recordándonos que incluso en tiempos difíciles, la belleza y la alegría son alcanzables.

Sinfonía No. 9 “Desde el nuevo mundo” (A. Dvorák)
Antonín Leopold Dvořák (Nelahozeves, 1841-Praga, 1904) fue un compositor posromántico natural de Bohemia —territorio entonces perteneciente al Imperio austríaco—, uno de los primeros compositores checos en lograr el reconocimiento mundial, y uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Empleó con frecuencia ritmos y otros aspectos de la música folclórica de Moravia y su Bohemia natal, siguiendo el ejemplo de su predecesor, el nacionalista de la era romántica Bedřich Smetana. Se ha descrito al estilo de Dvořák como “La recreación más completa de un idioma nacional con el de la tradición sinfónica, absorbiendo influencias populares y encontrando formas efectivas de usarlas”.
Sinfonía del Nuevo Mundo, de Antonín Dvorák, es una obra profundamente ligada al sentimiento de nostalgia y descubrimiento. Compuesta durante su estancia en América, Dvorák canaliza sus sentimientos de añoranza por su hogar en Bohemia, hacia la creación de una sinfonía que simboliza el nuevo comienzo, y las oportunidades que ofrecen los vastos paisajes del Nuevo Mundo. A través de esta obra, Dvorák nos enseña que, después de la incertidumbre y el sufrimiento, siempre hay un horizonte de esperanza y grandeza por alcanzar.
Algunas partes de la Sinfonía han sido utilizadas con profusión en series de Televisión, e incluso en Radio. Pero en 1970 llegaría el segundo LP del grupo Mocedades para Zafiro. Bajo el título de “Más allá”, Juan Carlos Calderón puso letra al segundo movimiento de la ‘Sinfonía desde el Nuevo Mundo’, convirtiéndola en una de las mejores canciones interpretadas por el grupo vasco en toda su historia: Más allá, dónde el sol, tiene otro color, siempre habrá un lugar para el que llegó. Siempre habrá un trigal, un anochecer, tierra y paz y una flor que puedes coger.

UN FALLA IMPRESCINDIBLE
Pero, claro, no podía faltar un autor español en esta gran exhibición musical. Finalizados los tres cortes previstos en el programa, el incisivo aplauso del respetable obligó a la Sinfónica a ofrecer una “propina”, como viene siendo habitual en los grandes conciertos. Propina que se materializó en una de las obras más conocidas de Manuel de Falla y Matheu (Cádiz, 1876/Alta Gracia, Argentina, 1946). Este compositor español del nacionalismo musical, (uno de los más importantes de la primera mitad del siglo XX, junto a Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina y Joaquín Rodrigo), es uno de los compositores españoles más importantes de todos los tiempos.
El Amor Brujo (1915-1925) fue concebido en primera instancia como ballet, siendo remodelado hasta un total de once veces. La idea original de esta pieza se fue desfigurando, y tanto la música como la plantilla instrumental fueron cambiando durante el proceso de remodelación. El inolvidable guitarrista Paco de Lucía emplearía dos piezas en su álbum Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla (1978): la Danza del ritual del fuego y la Canción del fuego fatuo.
ORQUESTA CLM SINFÓNICA
La orquesta CLM Sinfónica es una destacada orquesta sinfónica de gran formato, compuesta por 60 músicos profesionales procedentes de toda la comunidad de Castilla-La Mancha. Desde su creación en septiembre de 2022, la CLM Sinfónica ha emergido como un referente de calidad y versatilidad, en el panorama musical de la región. Con un repertorio que abarca desde la música sinfónica hasta ópera, zarzuela, coros y piezas para solistas, la orquesta ha demostrado una capacidad única para abordar con maestría un amplio espectro de estilos y géneros. Esto le ha permitido destacar en diversos escenarios y festivales, consolidando su reputación por la excelencia interpretativa y la profundidad artística.
Cabe destacar -en su breve pero intensa trayectoria- su participación en el prestigioso Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, donde la CLM Sinfónica tuvo el honor de clausurar las ediciones de 2023 y 2024. Unas actuaciones que no sólo le valieron el reconocimiento del público, sino también de la crítica especializada, consolidando su posición como una de las orquestas de más proyección en la región. CLM Sinfónica ha tenido desde su inicio un gran éxito en el Teatro Quijano de Ciudad Real, donde ha presentado programas emblemáticos como los conciertos de Año Nuevo, Grandes Oberturas y Danzas Sinfónicas, logrando llenos absolutos en cada una de sus presentaciones.
Unos conciertos que se han convertido en citas ineludibles para los amantes de la música clásica en la región, destacando tanto por la riqueza del repertorio, como por la impecable ejecución del mismo. Bajo la dirección de Francisco José Velasco Martínez, CLM Sinfónica ha alcanzado un nivel de cohesión y virtuosismo que la sitúa como una de las formaciones sinfónicas más destacadas, participando de manera activa en la cultura musical de Castilla-La Mancha.