En el fondo del mar, se pronuncia inglés con un acento que muchos adultos ya quisieran. Los chavales, de entre 5 y 9 años, que participan en el Taller Infantil de Teatro Bilingüe del Teatro de la Sensación, impartido por Teresa Sánchez, se comunican con un inglés estandarizado muy británico, para, posteriormente, expresar en castellano el texto con “la misma intensidad dramática”.
No deja de ser “un doble esfuerzo” y además son muy pequeños, indicó Sánchez, al tiempo que reconoció que les viene muy bien aprender a actuar en inglés a edades tan tempranas porque “son mucho más receptivos, captan mejor el idioma y lo ven de una forma muy natural”. Es “lo primero que oyen”, con lo que la pronunciación “no está viciada”, comentó Sánchez, que destacó el talento de sus alumnos exhibido en este montaje “mágico y solidario” de ‘La Sirenita (The Little Mermaid)’ exhibido el miércoles por la noche en el Quijano.
Algunos de los menudos actores llevan varios años en el grupo de teatro, pero la gran mayoría de los veinte participantes apenas lo hacen desde hace unos meses. “La mayoría llevan muy poquito tiempo, meses, pero nos hemos esforzado mucho sobre todo en la entonación, la pronunciación y la improvisación”, comentó la directora de un espectáculo que tiene entre sus principales bases la solidaridad con el destino de la recaudación a Afanion. Los pequeños actores de este montaje “saben que están actuando en ayuda de otros niños que tienen un problema”, así como que “de la salud a la enfermedad hay un paso y que éste se puede producir en cualquier momento”, agregó Sánchez, responsable también de la ambientación del fondo de mar con faroles de papel que hicieron las veces de medusas y dos caballitos de mar en las esquinas situadas en primer plano del escenario.
Si en el entorno marino del cuento, los intérpretes demostraron su habilidad con la lengua de Shakespeare con una pronunciación “muy british”, también dieron muestra de su compañerismo apuntándose unos a otros textos o ayudándose en recolocar complementos, como ocurrió cuando perdió la peluca el Rey Tritón, padre de la sirena Ariel, romántica joven de labios azules interpretada por Clara Vega que, con dos años en este grupo de teatro, dio vida con soltura a la protagonista de la obra, a quien siempre trató de reconducir desde la sensatez, y un ánimo a menudo inquieto por los peligros, el cangrejo Sebastian, encarnado de forma brillante por Natalia Castellanos, que lleva seis años en el grupo de teatro infantil bilingüe.
Vestidas de negro, las anguilas juguetearon en torno a la Sirenita y la convencieron de que visitara a la bruja Úrsula, que le propuso que su cola se transformara en piernas a cambio de perder la voz. Personajes como el pez Flounder y la divertida gaviota Scuttle acompañaron a Ariel en sus peripecias amorosas por el príncipe Eric sobre un escenario en el que siempre estuvieron presentes todos los personajes, entre ellos sirenas con colas de múltiples colores y dos pequeños marineritos.