F. N.
Tomelloso
La primera planta de la Posada de los Portales acogió el viernes —con una importante asistencia de público— la presentación del libro del poeta de Tomelloso, Manuel Moreno Díaz, un poemario que ve la luz bajo el título ‘Armonía y estrago’. El acto contó con un padrino de excepción, el también poeta Valentín Arteaga. La presentación corrió a cargo de Mercedes González y contó con el acompañamiento musical de Miguel Ángel Perales.
Valentín Arteaga aseguró que le unía una “entrañable, vieja y sincera amistad” con Manolo Moreno, del que dijo que es un poeta con una importante densidad y mucho atrevimiento en su sintaxis. El lenguaje de Moreno es muy valiente, subrayaba Arteaga, se lanza con un pensamiento que nos conduce a plantearnos muchas cuestiones propias de hoy en día. “Lo que ocurre es que el bueno de Manuel se va por los derroteros de la poesía” y hoy, la poesía, es muy difícil de aceptar, pues es muy peligrosa cuando es verdadera, dijo el sacerdote y poeta. “La poesía lleva consigo una gran potencia contracultural y si no, no es poesía”, aseveró.
Laberintos
Hay mucho que hablar, reflexionar y ahondar en la poesía de Manuel Moreno y a Valentín Arteaga le ha interesado mucho. Así, su lectura le ha hecho meterse en una serie de laberintos y como decía Pessoa, el poeta es un fingidor.
“Poéticamente le debo todo a Valentín Arteaga”, aseguro Manuel Moreno, “tengo la certeza de que yo empecé a escribir poesía gracias a Valentín”. Por eso, es tan simbólico para el autor venir a su pueblo y que presente el libro “el que me presentó a la vida en poesía”.
El libro se articula en torno a dos partes, la primera dialoga más con el poemario anterior, contaba Manuel Moreno, trata más del paisaje y de cosas relacionadas con Tomelloso. En la segunda, se intercalan datos biográficos y personales con homenajes culturales a personas, autores, poetas o cineastas a los que el autor admira mucho.
