La explosión de color de la obra de Gonzalo Torné, artista con esclerosis múltiple; las sugerentes fotografías nocturnas de la Alhambra de Eugene Bavcar o de paisajes y detalles corporales de Gerardo Nigenda, ambos con discapacidad visual; o la escultura de hilos y lanas que recubren objetos de Judith Scott, sordomuda y con Síndrome de Down, se encuentran en la muestra ‘El mundo fluye: Dos miradas sobre una misma realidad’, inaugurada este viernes en el Museo López-Villaseñor por la alcaldesa, Pilar Zamora, y el director de la Once en Ciudad Real, Lorenzo Villahermosa, quienes realizaron una visita a la muestra explicada por la responsable del Departamento de Cultura y Ocio de la Fundación Once, Mercè Luz Arqué.
Una selección de las “mejores obras” de las seis Bienales de Arte Contemporáneo realizadas por la Fundación Once en Madrid integran la exposición que reúne piezas de 34 artistas, de los que 32 son discapacitados y los dos restantes hacen propuestas inspiradas en algún tipo de discapacidad mostrando la diversidad de la realidad y la creatividad desde diferentes sensibilidades.
“El arte es la actividad más integradora e inclusiva que existe, no hace distinción entre la persona que tiene una discapacidad y la que no la tiene”, expuso Arqué, que recordó la definición de arte como la capacidad de solventar problemas y, a este respecto, resaltó su papel de estar a la vanguardia, por delante de la sociedad, mostrando problemas, situaciones sociales y denuncias.
En la exposición, se refleja el fluir de la vida desde la percepción de quien tiene discapacidad y de quien la utiliza como fuente creadora o realiza una obra multisensorial que puede ser disfrutada por otros sentidos diferentes al habitual, agregó Arqué, que recordó el doble objetivo de la Fundación Once de “la formación y empleo de las personas con discapacidad, y por qué no en el mundo de las artes en cualquiera de sus disciplinas, y la accesibilidad universal”.
Obras participantes en las Bienales desarrolladas en Madrid desde el año 2006 al 2016 conforman esta exposición de la Fundación Once que está preparando la próxima Bienal que se inaugurará en la primera semana de junio y en la que, con motivo de los 80 años “de esta gran casa que es la Once” y la década de trayectoria de este encuentro de arte contemporáneo, mostrará a grandes creadores que han tenido discapacidad y han creado escuela como Goya o Matisse.
Arqué, que felicitó al Ayuntamiento por la accesibilidad del Museo Villaseñor, resaltó que el concepto de discapacidad habla de diferencia y particularidad y “ver en el arte otras manera de ver el mundo enriquece y amplía nuestro campo de visión ya que encontramos nuestra propia existencia filtrada desde otras sensibilidades”.
Instantáneas de la puertollanera Cristina García Rodero, así como de Rafael Sanz Lobato quien, con problemas de visión, retrata la España de los años 60 y 70, también se pueden presenciar en la muestra, donde se hallan, así mismo, retratos fotográficos en relieve del reportero Juan Torre para ser tocados, propuestas como las de Ofelia Ontiveros como ‘Interacciones’ en la que habla de que es el entorno el que discapacita, obras como ‘Transparencia’ de Sagra Ibáñez sobre una fragilidad que no lo es, y creaciones como ‘Lágrimas de verano’ y las columnas de flores de Paloma Navares, artista que ha sufrido problemas de desprendimientos de retina.