La atleta tomellosera, Alicia Berzosa Martín, consiguió la medalla de bronce en el Campeonato de España de fondo de 10.000 metros, categoría sub-23, disputado en Torrevieja el pasado fin de semana. Berzosa, enrolada actualmente en el Running Pinto Seoane, consiguió una marca de 35:25.14 en la prueba de la categoría sub-23. Otro éxito que suma a su palmarés una atleta cuya progresión está lejos todavía de tocar techo. Clase, entrega, pundonor y un gran espíritu de sacrificio son virtudes que acompañan a Alicia en el deporte y en la vida misma.
-¿Qué sintió cuando vio que la medalla de bronce era suya?
-Me sentí muy feliz. Mucho más en una carrera en la que no sabía a ciencia cierta si podría acabarla. El lunes anterior no podría andar del dolor que tenía y apenas pude entrenar. Pero fui a ver qué salía y afortunadamente las cosas salieron bien. Cuando acabó la carrera me acordé, precisamente, de esos entrenamientos que no podía acabar por el dolor de la rodilla y también de mi entrenador, Javier Cañadillas, que me apoyó en todo momento y me dio mucha confianza. En las 25 vueltas de la carrera era reconfortante escuchar sus gritos de ánimo en cada vuelta.
-¿Qué nos puede contar de la carrera, siguió alguna estrategia concreta, tenía que vigilar a algunas rivales?
-No. Por las circunstancias que antes comentaba me conformaba con acabar. Si hubiera podido entrenar mejor seguramente habría salido con una táctica predeterminada y pensando en esa mínima europea que es mi gran objetivo esta temporada. El entrenador no me metió presión alguna, porque no sabíamos cómo iba a responder la rodilla. Solo me dijo que intentara no descolgarme del grupo. Empecé atrás para ir cómoda y en determinados momentos tenía ganas de apretar, pero había que correr con mucha cabeza.
-¿Le satisface la marca que consiguió?
-Cuando acabé pensé que podía haber rascado algo de tiempo a la marca de no haber sido tan conservadora al inicio. Al final, cuando se produjo el cambio de ritmo tuve fuerzas para seguir a las primeras. La marca no es mala, porque fui a un ritmo de 3:30 o 3:32, pero de haber llegado en plenitud creo era una carrera propicia para haber alcanzado esa mínima europea.
-¿Qué ambiente se respiró en ese Campeonato de España?
-El ambiente fue muy bueno. No había público, solo entrenadores y los atletas, pero había un ambiente muy bueno, con una organización que supo cuidar todos los detalles. Había una amplia zona de calentamiento y luego la temperatura era ideal para correr, lo peor fue que sopló algo de viento, aunque tampoco demasiado. Se pudo correr bien.
-¿Qué próximas competiciones afrontará Alicia Berzosa?
-En julio tengo el campeonato de España de cinco mil metros, donde seguiré buscando esa marca mínima que me permita estar en el Europeo de Noruega. Mi entrenador y mi representante están buscando un diez mil, ya sea en España o fuera, que me de opciones a conseguir esa mínima.
-Está en su segundo año como sub-23 y le queda todavía otro más. ¿Le impone respeto el salto a la categoría absoluta?
-El primer año de sub-23 apenas pude hacer nada por el tema de la pandemia. Ahora estoy en el segundo y me queda todavía el tercero. Es cierto que el salto a la categoría absoluta tiene su dificultad porque compites con gente con más edad y mucha experiencia en la competición. Se nota muchísimo.
-¿Hay alguna atleta que le sirva de referencia o modelo?
-Siempre he tenido como atleta de referencia a Ana Lozano. La he admirado mucho, por su trabajo, su manera de correr, la forma de hablar…en realidad, por todo. Tuve la suerte de conocer a su entrenador y entré en el grupo. Ha sido todo un privilegio entrenar y compartir muchos momentos con ella. Estoy deseando que se termine de recuperar y que vuelva pronto a los entrenamientos porque es una buena amiga.
-¿Cómo lleva el sacrificio que supone compaginar deporte y estudios?
-Mi vida es estudiar y entrenar, no tengo tiempo para mucho más. Pero por suerte mis amigos también hacen deporte. Los domingos que estoy en Tomelloso salgo a entrenar con un amigo mío y todo esto me permite socializar un poco.
-¿Considera que ha tenido que renunciar a muchas cosas por el deporte?
-Para mí correr no es un sacrificio, hago lo que más me gusta. La gente que me apoya, mi familia, amigos más cercanos hacen deporte y por tanto mi mundo gira alrededor del atletismo. Me gusta tanto lo que hago que no le veo como una renuncia.
-Este año del Covid ha sido muy complicado para los deportistas, ¿cómo lo ha vivido usted?
-Fue todo muy raro. Corrí el Campeonato de España después de una lesión, quedé séptima y muy contenta, pero llegó el confinamiento que fue muy duro. Un amigo de mi padre nos dejó una máquina de correr, tenía también una bicicleta estática y una vecina me dejó otra máquina de correr que era un poco más potente. Pero claro no podía hacer series, ni nada. Cuando pudimos salir, empecé a entrenar bien en Guadalajara y durante un tiempo en Asturias y en Cantabria. El verano no fue malo del todo.