Tras proclamarse campeón de Copa, el BSR Puertollano ha regresado un mes después a la competición liguera y lo ha hecho ante su afición en el Santi Cañizares, donde ha recibido a Amivel Reyes, rival que llegaba de perder los tres últimos partidos de liga.
Los de Ángel Pablo Sendarrubias se han repuesto al primer parcial de 0-3 con el que se ha iniciado el partido, igualando el primer cuarto, dejando ver algunos de sus mejores minutos en lo que va de campeonato, plantando cara a un rival que no encontraba soluciones ante la buena defensa de los locales, que dio carpetazo al primer acto con un ajustado 16-20 con un Zavala y un Jesús Raya muy acertados en tiros de campo.
El segundo cuarto discurrió con la misma dinámica, con un BSR Puertollano que trataba de convertir jugadas rápidas, con circulaciones que encontraban a Zavala, teniendo a Bronx en el perímetro de la zona, buscando los espacios sobre los postes altos.
Por su parte, el cuadro visitante tuvo que recurrir a un partido de equipo, teniendo como referentes a Esparza y Sandoval, que respondieron a las canastas de los mineros, evitando que le diesen la vuelta al marcador, manteniendo la diferencia de seis al descanso (33-39).
El paso por el vestuario mató las esperanzas para los mineros, que vieron como Amivel Reyes subía el nivel de juego, imponiendo una velocidad de crucero que no pudo alcanzar, cometiendo más errores que durante toda la primera parte.
Estuvieron más acertados los foráneos que gracias a su mejor bagaje ofensivo, fue sumando punto a punto, hasta poner la máxima diferencia en el marcador, que llegó con +16 (44-60) para decidir el duelo en los últimos minutos de juego.
Con el marcador en contra, intentó Sendarrubias espolear a sus jugadores, sabiendo que quedaba poco por perder. El partido entró en una fase de ataques rápidos por parte de los puertollaneros que buscaron alternativas de tiro, pero no encontraron la efectividad que se necesitaba para darle la vuelta al choque.
Amaviel supo mantener la diferencia alcanzada en el marcador, llegando a los dos últimos minutos con un +16 que pesó en la moral del BSR Puertollano que veía cómo se le escapaba otro partido más por pequeños detalles.
Aunque los locales insistieron, sus posibilidades de acercarse en el marcador fueron escasas ante un oponente que visitó el Santi Cañizares con ciertas dudas en su juego, pero que recuperó la sonrisa cuando sonó la bocina, consiguiendo una victoria balsámica (58-88) después de dos tropiezos consecutivos.