Las mejores historias siempre nacen en el vestuario de los perdedores. La malagonera Ángela Martín formó parte del siete inicial del balonmano Zuazo, equipo que el año pasado perdía la final de la Copa de la Reina de Balonmano ante el poderoso Bera Bera de la mítica jugadora de balonmano, una de las guerreras de la selección española, Eli Pinedo.
Y se escribió así una historia de lucha y coraje: la historia del Balonmano Zuazo, un equipo pequeño que peleaba en condiciones desiguales ante un equipo que había llegado a su quinta final de la Copa de la Reina consecutiva y que al final volvería a ganar su cuarto título en esos cinco años.
En los genes de Ángela siempre ha prevalecido y destacado la palabra “luchadora”. Lo ha sido desde que inició su andadura en el mundo del balonmano con 11 años, edad que quizá hoy en día parezca un poco tardía. Pero a Ángela la esperó el balonmano porque quería formar parte de su familia.
Ángela respira deporte por los cuatro costados, sus hermanas son deportistas, Jessica practica balonmano y María practicaba baloncesto. Siempre ha pertenecido al club del respeto y los valores del deporte.
En Malagón tuvieron la suerte de verla pasar por las categorías alevín, infantil y cadete de primer año, pero ella siempre quiso evolucionar y llegar a la elite y vaya si lo consiguió.
Ciudad Real fue su siguiente paso. En aquellos años el Balonmano Ciudad comenzaba a ganar títulos y a forjar un equipo de leyenda y Ángela Martín García fichó por el San Francisco donde jugó su segundo año de cadete y en juveniles.
Y como todo llega, también llegó la hora de comenzar empresas difíciles. Cuando cumplió 18 años llegó a Elche, y ya de manera profesional jugó allí desde el 2004 al 2007, logrando dos ascensos a División de Honor de Balonmano.
Ángela ha sido una “trotamundos” del balonmano, y tras Malagón, Ciudad Real y Elche, viajó hasta Almería para jugar en el Vícar Goya, Equipo de División de Honor, donde jugó desde el 2007 al 2010, consiguiendo participar en su primera edición de la Copa de la Reina.
Martín crecía y crecía y a pesar de algunas lesiones que siempre la han lastrado, llegó a uno de los equipos grandes del Balonmano Femenino Español, el Mar Alicante. Allí desde el 2010 al 2012 logró, en su primera temporada, ser campeona de la Super Copa de España, semifinalista de la Copa de la Reina y finalista de la EHF y, en su segundo año, consiguió ser semifinalista de la Copa de la Reina y de la EHF.
La malagonera, que continuaba creciendo y añadiendo experiencia a su vida profesional en el deporte, decidió emigrar y formar parte del ATH Strasbourg del país vecino de Francia, donde jugó desde el 2012 al 2014, consiguiendo el campeonato de liga N1 y el ascenso a la liga D2.
A pesar de ser un tanto cruel, hay una gran belleza en las derrotas, en ese reflejo instantáneo de las personas que rompen a llorar ante las adversidades. Es como bajar del altar al que se había subido y eso debió sucederle a Ángela Martín en la temporada 2014-2015 en la que no pudo jugar por problemas físicos.
Pero la malagonera está hecha de una pasta especial, de la pasta de las campeonas y regresó a España, al Balonmano Prosetecnisa Zuazo, para seguir completando su currículum y tal vez, porque las lesiones mandan y son crueles, para cerrar su trepidante carrera.
En Baracaldo y desde el año 2015, formando equipo con otra manchega, Mercedes Castellanos, portera de la selección española de balonmano, Ángela ha conseguido ser finalista de la copa de la reina, en un partido ante Eli Pinedo, y ha participado en la Competición Challenge Cup y la Super Copa de España.
Entre ligas españolas y europeas de balonmano, la protagonista de esta historia también ha defendido los colores de la Selección Española Junior en dieciséis ocasiones, aunque cuando se le pregunta por ello, Ángela quita hierro al asunto y, sobre todo, le quita importancia… vamos como si no hubiese sucedido nada.
La historia de Ángela Martín García va cerrando capítulos y como decía al principio, en aquel vestuario de un equipo derrotado surgió un espíritu que a “Martín García” (como la denominan en algunos periódicos vascos) le ha llevado a continuar peleando a pesar de su edad, 32 años, y sus continuas lesiones.
En la jornada 20 de la Liga Loterías de Balonmano Femenino, Ángela fue nombrada MVP, la jugadora más valiosa de la liga de esa jornada, y, por lo tanto, recibió el título honorífico de “Guerrera Iberdrola”, denominación con la que se reconoce el talento y esfuerzo de la mejor jugadora de esa jornada en la prestigiosa liga de balonmano.
Así lo atestiguaba la página web de la Federación Española de Balonmano www.rfebm.net y así lo reproduzco de manera literal aquí: “Ángela Martín, Jugadora del Prosetecnisa Zuazo ha sido elegida GUERRERA IBERDROLA de la jornada 20 de Balonmano Femenino a través de los votos registrados en la página web del concurso. La jugadora manchega ofreció una gran imagen en la victoria de su equipo ante el Helvetia Alcobendas que no pudo desbordar a las de Juan José González, gracias a una gran defensa, con Ángela como pilar fundamental que les permitía atacar con fluidez y sin presión”
Este éxito, sin precedentes, lo ha conseguido en el ocaso de su carrera y es justo que le reconozcamos, porque nadie suele ser profeta en su tierra, el gran valor y la excelente carrera que esta malagonera, Ángela Martín García, ha hecho sin apenas hacer “ruido”.