Marta Francés Gómez (Puertollano, 1995) es una triatleta que el próximo 1 de septiembre competirá en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Francés ha sido subcampeona mundial y campeona de Europa en triatlón y logró la clasificación para los Juegos tras vencer el pasado mes de octubre en la Copa del Mundo de Alhandra (Portugal) en su categoría PTS4 (discapacidades moderadas para deportistas que compiten de pie).
Francés reconoce que disputar los Juegos Paralímpicos “es cumplir el sueño de tantísimos años porque ya desde que era nadadora soñaba con ir a unos juegos y ya cuando cambié al triatlón y encima vi que yo era mejor en ese deporte pues ya sí que se me pusieron los dientes largos de ir a unos juegos y por fin lo vamos a conseguir”.
En cuanto a las sensaciones, Marta comenta que “todavía no tengo nervios porque yo creo que me vendrán 10 días antes que estaré hasta arriba, pero sí que es verdad que ya estoy pues pendiente de las contrincantes, de mis datos, de que todo al milímetro lo llevemos bien mi entrenador y yo, de la nutrición, que no me falle nada, entonces al final vivo por y para ese día ahora mismo”.
Sobre la rutina hasta el día de la competición, Marta destaca que no cambia mucho con respecto a la temporada. “Me levanto sobre las 7:30 o a las 8:00 horas, depende un poco del día y del entreno que tenga. Hago una doble sesión de entrenamiento por la mañana, normalmente haciendo alto rendimiento, ahora también estamos haciendo alguna concentración en las Lagunas de Ruidera, que es una zona espectacular para entrenar. Y luego los días que hay triple sesión pues se hace por la tarde sobre las 19:00 o así, porque hace muchísimo calor. En invierno un poco antes. Y después comer, siesta, entrenar y volver a dormir. Al final esto es una rutina que parece que eres un niño pequeño, pero es que si quieres rendir tienes que hacerlo de esta manera”.
Para Marta llegar a los Juegos Paralímpicos ya es un gran premio “es un éxito total. El otro día hablaba en mi casa con mis padres y es que se clasifican nueve de todo el mundo por categoría y yo soy una de esas nueve. Entonces, si ya partiendo de que las nueve mejores del mundo van y ahora estamos pensando en medalla, sí que es verdad que mi lucha siempre va a ser esa medalla, pero no tiene que depender tu felicidad tampoco de tener o no esa medalla porque al final el trabajo está hecho, lo he dado todo y lo seguiré dando hasta ese día y no me quedará nada dentro. Entonces creo que hay que estar muy orgulloso también del camino recorrido, de todo lo superado y si ese día es el tuyo y eres mejor que tus rivales, pues bienvenida a esa medalla. Pero que si no, pues tenemos que seguir igual en la misma línea y seguir igual de contentos”.
A Marta todavía le cuesta creer que vaya a competir en unos Juegos Olímpicos. “Todavía no me lo creo. Esto se asemeja a la rutina diaria, es como que cada día va pasando o como tu trabajo, como el trabajo de cualquier persona que se levanta, lo hace, es verdad que a mí me encanta lo que hago y luego te vuelves a acostar y vuelves a empezar, pero ya cuando empiezas, como ahora, que te hacen alguna entrevista, que te hacen preguntas, que te llaman, que te escriben, pues como que te empiezas a dar un poco de cuenta de dónde has llegado y de dónde te vas, entonces creo que hasta que no esté allí en la villa no me lo voy a terminar de creer”.
Marta ha pasado por malos momentos en su vida y ha tenido que saltar muchos obstáculos para llegar hasta aquí. “Desde 2015 que se me empezaron a poner ya los dientes largos de ir a unas paralimpiadas y ya estamos en 2024, con lo cual nueve años. Pero la verdad que ha sido más duro, no por el hecho de entrenar y competir, que al final eso la verdad que me encanta, sino también por los baches y problemas que te van surgiendo por el camino, tanto a nivel personal como físico. Físico, lo del pan de cada día de cualquier deportista, lesiones que van y vienen y hay que lidiar con ellas y a veces te da un bajón tremendo porque no sabes cuándo vas a volver, pero ahí estamos, eso es para cualquier deportista. Y luego también a nivel personal porque me han puesto muchos obstáculos las personas que me he ido encontrando por el camino y he tenido que hacerlo prácticamente sola contando con mi familia, todo lo demás tenía que hacerlo sola y la verdad que ha sido bastante, bastante duro”.
Para este gran evento, Mara espera de sí misma “darlo todo, que no pueda ni mencionar una palabra cuando llegue a meta que entonces es cuando sé que no me quedaba nada dentro y que puedo estar bien orgullosa que no me quedaba nada por dar y luego pues hablamos de las medallas de nuevo, pero ahora mismo mi objetivo es que todo el rendimiento que creo que tengo ahora mismo dentro y todo lo que he ganado en un año, que lo pueda demostrar ese día”.
Marta desea enviar un mensaje a los deportistas que sueñan con llegar a unos Juegos Olímpicos o Paralímpicos. “Les diría que sigan soñando, que no lo dejen, aunque lo vean muy complicado y muy negro, y se lo pongan muy negro sobre todo, que no lo dejen porque yo tampoco creo que sea una persona que haya tenido dotes especiales para el deporte. Es verdad que siempre se me ha dado bien de pequeña sí, pero no he destacado en nada la verdad y sin embargo ha sido por cabezonería mía que me encanta, que me gusta lo que hago, que si me dicen que no ya pondré yo un sí y al final mira dónde estamos, entonces aunque lo vean muy mal, si es un sueño que tiren para adelante”.
Por último, Marta quiere agradecer “a mi pueblo, Puertollano, que siempre digo de donde soy, que soy manchega y bien orgullosa de mi tierra, al alcalde, a todo el patronato de deportes que me ha ayudado mucho, sobre todo a Fran Tamaral, que me ha abierto las puertas muchas veces, y dar las gracias también a los que me estén apoyando desde cerca, a veces y de lejos ahora cuando esté en París, que les siento y que esto también va por ellos, que si no soy de allí, esto tampoco se habría conseguido”.