Lanza
Ciudad Real
El Alcázar, después de algunas dudas en el inicio, cuajó un buen primer cuarto, especialmente en defensa. Los de David Varela consiguieron dejar en apenas 12 puntos a los abulenses, lo que les permitió tomar las primeras ventajas en el electrónico. A pesar de no mostrarse tan acertado como otras tardes desde la línea de tres, acertaron Nacho Díaz y Thomas para poner a los manchegos por delante, mientras los visitantes firmaban un pésimo 20% en lanzamientos de campo.
El comienzo de la segunda parte mantuvo la misma dinámica. Los abulenses tardaron cuarto minutos en conseguir anotar. Los manchegos tampoco estaban de dulce de cara al aro contrario, pero la diferencia sobrepasó la barrera de los diez puntos (24-12). En ataque, el Alcázar representaba una obra coral, con casi todos sus jugadores aportando. Lejos de detener la hemorragia, los visitantes vieron cómo el equipo local encontraba el camino a la canasta contraria, liderado por Laguerre. El Ávila estaba KO y la renta se disparó por encima de los 20 puntos al descanso (43-21).
Tras el paso por los vestuarios, los visitantes afinaron la puntería en los lanzamientos lejanos. Anotaron sus primeros tres triples del partido. Cruz y Hall en dos ocasiones le daban un hálito de esperanza a los castellano leoneses, que conseguían reducir distancias en el electrónico del Díaz-Miguel hasta los 14 puntos (53-39). Se llegó al descanso con esa misma ventaja (57-43), lo que mantenía la tensión en un encuentro que había dominado el Alcázar, pero al que el Ávila no le había perdido la cara tras estar contra las cuerdas.
Los visitantes iban de menos a más y así comenzaron el último cuarto, con dos canastas que dejaron el choque al borde de la barrera psicológica de los diez tantos (57-47). La distancia se estabilizó en esos diez puntos gracias al intercambio de canastas desde la línea de tiros libres. El tiempo corría a favor de los de David Varela, pero el choque seguía en el filo y más teniendo en cuenta que justo en el ecuador de este últimos acto los visitantes rompieron la barrera de la decena (61-53).
El Alcázar estaba muy atascado en ataque y la tensión se palpaba en cada jugada. Varela pidió tiempo muerto y Laguerre salió al rescate desde su lugar preferido, la línea de tres (64-53). Nacho Díaz se unió a la fiesta desde el mismo sitio (69-57) cuando restaban dos minutos y medio y el partido parecía estar en el bolsillo de los locales. Pero no lo iba a poner fácil el cuadro visitante, que apretaba los dientes y de la mano de Hall y Marín se ponía a ocho (69-61). Sin embargo, el buen hacer de Nacho Díaz y Laguerre permitió a los locales llevarse con cierta tranquilidad el partido, sumar diez victorias y mantenerse en posiciones de play off de ascenso.