Francisco J. Otero / Lanza
Ciudad Real
Los amantes despechados protagonizan intensos reencuentros, cargados de reproches y de las peores intenciones. Material apropiado para tangos y poemas. Y para partidos de balonmano. ¿Quién le iba a decir a las peñas del Ciudad Real hace apenas seis meses que a estas alturas acudirían al Quijote Arena, pertrechados con camisetas y banderas diferentes a las de su querido equipo? Pues no sólo eso, sino que lo harán con orgullo, con el prurito de haber sido capaces de transformar la decepción de que el Ciudad Real les hubiera abandonado, atraído por las sirenas del Atlético de Madrid, en un proyecto ilusionante.
En la mañana de este domingo, desde las 12.00 en el Quijote Arena, no sólo se enfrentan los dos equipos de la capital, sino dos estilos de hacer las cosas. El del BM Ciudad Real fue extraordinariamente exitoso mientras duró el dinero de Domingo Díaz de Mera, pero ha terminado por dejar a la ciudad sin balonmano de primer nivel. El del Caserío es un camino que está por explorar, que por el momento ha desatado una auténtica “fiebre amarilla” entre los aficionados ciudarrealeños, pero al que todavía le quedan muchas pruebas por delante.
A todo esto, el líder de la competición no es ninguno de los dos equipos que estarán hoy sobre la pista y cuyas aficiones batirán, probablemente, el récord de asistencia a un partido de esta categoría, sino el Cátedra 70. La entrada es libre y el morbo mucho, especialmente después de que en el partido de la primera vuelta, los responsables del BMCR denunciaran algunos insultos por parte de la hinchada “casera”.
Los de Fernando Imedio necesitan la victoria para mantener la presión ejercida sobre el líder, que será el próximo rival que visite el Príncipe Felipe. Imedio podrá contar con todos sus jugadores, ya que Caba y Ruiz están sobrepuestos de sus diferentes molestias en los dedos por medio de vendajes.
Frente al Caserío estará un BMCR con mucha juventud que ha ido de menos a más, de la mano de Rolando Urios, y ha experimentado una mejoría respecto al rival que perdió en el Felipe. “El equipo se conoce mejor, tanto entre los jugadores como éstos con la idea de juego que Urios les trasmite, están más coordinados, pero esto también sucede en el resto de los equipos», apunta Fernando Imedio.
No estará Migallón en el BMCR y hay dudas sobre la participación en el choque de otro de sus puntales, el pivote Nacho Plaza. Imedio reconoce que su ausencia “en algo nos beneficiaría y lo tendríamos que aprovechar”. Sin embargo, el técnico amarillo es reacio a creer en la baja de Plaza hasta que no lo vea porque “las molestias no impiden jugar estos partidos. Solo una lesión importante les apartará”.
Se espera una gran presencia de aficionados amarillos en las gradas del QA. En este sentido, Imedio está convencido de que será un “gran partido, un buen ambiente para disfrutar del balonmano con nuestra gente, dar un paso más, seguir ilusionado y afianzando las bases para un futuro. Los jugadores se dejan la piel en la pista para que puedan sentirse orgullosos de su equipo».