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4-2 / 8-5 / 10-7 / 10-9 / 13-10 / 15-12 (descanso) / 17-14 / 20-16 / 24-18 / 28-21 / 33-25 / 35-28 (final)
Era un día especial. Diferente. El Quijote Arena, además de albergar el partido entre el ID Energy Caserío y Villa de Aranda, también hizo lo propio con un homenaje a los jugadores del mítico Caserío Vigón. Aquella generación que consiguió el ascenso a la máxima categoría del balonmano nacional en 1992 y que empezó a poner el nombre de Ciudad Real en los escaparates balonmanísticos españoles. Fueron el principio de lo que vino después.
El equipo arandino, entrenando por un viejo conocido de la ciudad y del balonmano provincial, el manzanareño Javi Márquez, se presentó en Ciudad Real después de una buena dinámica de resultados. Caserío, por otro lado, afrontaba este último partido antes del parón navideño con la baja importante de Santiago Cánepa.

El partido comenzó con imprecisiones de Villa de Aranda que le costaron el primer parcial. Ambos equipos mostraron de inicio defensas 6-0 profundas. Caserío encontró el ritmo que le gusta desde el comienzo de partido y provocó el tiempo muerto de Javi Márquez cundo los amarillos pusieron tres goles de ventaja en el marcador.
La defensa amarilla se mostró intensa, desde posiciones laterales solidarias en las ayudas y muy amplias, con gran actividad de piernas, que permitía encontrar contraataques directos de los que se aprovechó Adrián Sánchez, que tuvo un comienzo de partido fulgurante. Los arandinos no encontraban la manera de llegar a posiciones ventajosas en su ataque, y Caserío se movió como pez en el agua en esas defensas largas.
Urdiales movió el banco desde el inicio y se vio a Víctor Morales en el lateral izquierdo. Para el ecuador de la primera parte emergió la figura del portero de Villa de Aranda, Magnol Suárez, que encadenó cinco paradas consecutivas y le dio la posibilidad a su equipo de acercarse en el marcador (10-9). Durante esos minutos, Caserío tuvo varias pérdidas de balón e imprecisiones que seguían dándole la oportunidad a Villa de Aranda de empatar el partido, pero no lo aprovecharon y los amarillos volvieron a distanciarse a tres goles.

Los ciudarrealeños volvieron al buen tono defensivo, y Giovagnola participó de la recuperación del equipo con tres paradas prácticamente consecutivas. El equipo local apretó las tuercas en el 6-0, tanto es así que Pérez de Inestrosa vio la primera exclusión del encuentro a falta de 4 minutos para el descanso. El partido volvía a los dos goles de diferencia y Urdiales pidió tiempo muerto para contemporizar e intentar mantener la ventaja en inferioridad.
Augusto Moreno de la Santa ocupó el centro de la defensa junto a Juan Lumbreras y un Pablo Campanario muy intenso en la posición de dos. La última acción de la primera parte fue par Caserío, que en una conexión entre Ángel Pérez y José Andrés Torres colocaron el 15-12 con el que se llegó al descanso.
Caserío rompió el partido en 15 minutos perfectos
La segunda parte comenzó con Caserío intentando romper el partido desde la defensa, presionante y con un par de amagos de robo balón. Llevaron al pasivo al equipo arandino y provocaron la pérdida de balón que puso la máxima diferencia del encuentro (16-12). Los de Urdiales llevaron al pasivo a los de Javi Márquez en tres acciones consecutivas, lo que dejaba claras las intenciones de los amarillos de intentar romper el partido.
Tanto Giovagnola como Suárez seguían parando, pero la diferencia se mantenía en cuatro tantos, lo que llevó a Márquez a pedir tiempo muerto. Se repetía el mismo esquema de la primera parte, con un Caserío enchufado en defensa y que puso en serias dificultades a los arandinos a la hora de desarrollar su juego. La diferencia se estabilizó en los cuatro goles para los amarillos, que se mostraron fluidos en ataque y realizando buenas conexiones con José Andrés Torres y Pablo Campanario. Todo manejado, por supuesto, por un Pérez de Inestrosa sólido en el central.

Caserío fue haciendo lo que mejor sabe: imponer su ritmo. En el ecuador de la segunda parte, el luminoso mostraba un 25-18 que reflejaba los 15 minutos arrolladores de los amarillos. Javi Márquez decidió pedir el segundo tiempo muerto para intentar buscar soluciones y recortar la diferencia. Pero no fue así. Los de Urdiales llegaron a poner el +8 en el marcador (28-20) y se encontraban muy cómodos tanto en ataque como en defensa.
Villa de Aranda se fue a un 5-1 con Fernández en el avanzado muy pendiente de Pérez de Inestrosa, ya que se acabó convirtiendo en una mixta a la vuelta del tiempo muerto que solicitó Urdiales. Con esto, Villa de Aranda intentó cortar el buen tono ofensivo de los amarillos. Lo cierto es que Caserío encontró soluciones entre tanto espacio y Palacios, sobre todo, supo leerlos y aprovecharse de las superioridades.

Tanto Palacios como Campanario exhibieron una capacidad de 1 vs 1 que les permitió deslavazar la propuesta de Javi Márquez y la diferencia seguía en 8 tantos en el minuto 25. Adrián Sánchez regaló un par de balances defensivos y provocó una falta en ataque que puso a la grada en pie y trajo la máxima diferencia del partido con 9 tantos. Los últimos minutos fueron un trámite y el ID Energy Caserío se hizo con los dos puntos (35-28 definitivo).
Alcobendas y Novás, los dos primeros partidos de enero
El ID Energy Caserío se va de vacaciones con los mismos puntos que Guadalajara y Burgos, con los que comparte liderato en la División de Honor Plata Masculina. Los de Urdiales no competirán hasta el 14 de enero, día en el que visitarán la siempre difícil cancha del BM Alcobendas. El día 17 será Novás el que visite el Quijote Arena.