Jorge Ureña
Ciudad Real
El Balonmano Alarcos quiere que el derbi que les enfrentará el próximo domingo al Seguros Soliss Caserío sea una fiesta y que, además de en lo deportivo, los aficionados disfruten de un ambiente espectacular en un Quijote Arena que alberga por primera vez este derbi.
Así lo explicaba ayer en rueda de prensa Juan Pablo Marciel, presidente del conjunto alarquista diciendo que “esperamos llegar a los 1.500 espectadores”. Una cifra muy ambiciosa a la que el mandatario cree que se puede llegar por la trayectoria de los dos equipos y por el horario elegido (domingo a las 12:00 horas).
“Esperemos que el partido sea una fiesta del balonmano y que haya mucho, mucho público. Esperamos más que el año pasado”, decía.
Aprovechando el tirón del gran derbi local, el Alarcos ha declarado el partido de interés social por lo que tendrán que pasar por taquilla también los abonados (5 euros los mayores de 24 años y 3 los menores de entre 15 y 24). El precio de las entradas para no socios será de 10 euros adultos y 5 jovenes. Y es que este es un partido muy importante para el club también en lo económico.
En lo deportivo, Marciel tiene claro que un derbi es algo más que dos puntos. “Aunque al final de la temporada todos los puntos son lo mismo, en la distancia corta no es así, son dos puntos que tienen un plus de emoción y liderato en la ciudad”.
Además, reconocía que “en este tipo de derbi no hay claros favoritos, no tiene nada que ver con la clasificación, es como si fuera el primer partido de la temporada”.
Tras reconocer que su equipo “siempre tiene la obligación de ganar”, Marciel explicaba que ve a sus jugadores con la doble presión del derbi y del liderato aunque espera que no les penalice. “No solo nos jugamos el derbi, sino también el liderato. Espero que la presión no nos pese”.