Victoria este miércoles de Vestas Balonmano Alarcos (30-32) en el Pabellón de los Sueños de Alcobendas ante un equipo de su liga y dando, por momentos, muy buenas sensaciones.
El Vestas Balonmano Alarcos salió enchufado y con un parcial de 0-5 en los primeros cinco minutos obligó a Samuel Trives, entrenador del conjunto madrileño, a pedir tiempo muerto. Intensidad defensiva e ideas claras en ataque eran los argumentos ciudadrealeños.
Al Alarcos le estaba sentando bien correr, y lo hacía incuso después de recibir un gol, con un Sergi Mach eléctrico buscando siempre las cosquillas en la defensa rival antes de que se terminara de conformar en cada transición.
Mientras, al Alcobendas le costaba mucho encontrar huecos en la defensa manchega por lo que las diferencias se mantenían en esos 4-5 goles a favor de los visitantes (2-6, minuto 10).
Una exclusión de Lucas Grandi en defensa hizo que los madrileños se acercaran a dos goles gracias a una defensa abierta 4:2. Pero en cuanto el argentino recobró su puesto en la cancha, el Alarcos volvió a jugar suelto y las distancias volvieron a los 4 goles (4-8 minuto 16). A pesar del buen juego de los suyos hasta el momento, Javier Laguna paró el crono para oxigenar ideas y pulmones, que a estas alturas ya sufrían con la mascarilla y el calor.
Y tras el tiempo muerto, cambio total de plantilla menos el portero y los dos zurdos. Había que dar minutos a todos. Costó un poco recomponer líneas, pero poco a poco, los recién ingresados en el campo tomaron ritmo y mantuvieron el nivel de la primera oleada alarquista.
Pero en los últimos minutos de la primera mitad algunos errores alarquistas dejaron posibilidad de que el Alcobendas se acercase en el marcador, pero el equipo de Laguna terminó yéndose al vestuario con una ventaja de tres goles, 12-15. La primera mitad dejó algunas buenas noticias: la efectividad de Adrián en portería, la electricidad de Sergi Mach, la polivalencia de los pivotes o la aportación general en un fluido ataque de todos además de una defensa intensa a la que aún le queda mucho para dar su verdadera medida.
La segunda mitad comenzó con un Alarcos muy metido en el partido pero cometiendo algunos errores de bulto en el lanzamiento a portería lo que le impidió abrir de nuevo un hueco importante en el marcador y en tres jugadas pasó de un más cinco a un más 2 (15-17 minuto 34).
Seguían los fallos de cara al gol del Alarcos (algo habitual a estas alturas de pretemporada), pero la intensidad defensiva y una exclusión en las filas rivales impidieron el empate. Con los dos equipos intentando sacar partido de la velocidad, el Alarcos se encontró más a gusto y recuperó la ventaja de cuatro (17-21 minuto 40).
Sergi Mach, a un ritmo superior, y la calidad de Lucas Grandi lo hacían fácil en el ataque mientras que en defensa ya se iban notando piezas más engrasadas. Con todo eso, al Alcobendas se le vino demasiado encima y Trives paró de nuevo el choque con 18-23 en el luminoso del Pabellón de los Sueños a falta de 18 minutos para el final.
Con un contrataque letal de Sergi Mach hacia Alex Berbel se llegó a la que era máxima diferencia en el marcador, 19-25 en el minuto 45. Acto seguido el propio Mach, que va una velocidad por encima del resto hacía el más siete y llegaba el cambio de jugadores de cara al último cuarto de partido.
Luego el juego se volvió más pastoso. Todos intentaban correr pero había más imprecisiones y errores por ambos bandos. Entre las imprecisiones alarquistas y una exclusión, el Alcobendas apretó para ponerse de nuevo a solo tres goles, 25-28 a falta de ocho minutos.
A falta de puntos en juego, los últimos minutos tenían, al menos, la emoción de un resultado incierto. Dos goles separaban a ambos equipos a falta de cinco minutos. A pesar de una exclusión en ese periodo, el Alarcos se llevó el partido dando buenas sensaciones. 30-32. Y a las buenas sensaciones de la primera parte hay que añadir sendos goles de los dos juveniles, que demuestran en cada entrenamiento que no han llegado para adornar.