El BM Alarcos nunca se rinde

En un final loco, el Vestas BM Alarcos tiró de heroica para volver ganar en el Quijote Arena. Perdía de dos el equipo de Ciudad Real a falta de menos de dos minutos, para terminar ganando por 23-22 con un gol final desde los siete metros de Íñigo Barricart con el tiempo cumplido. Es cierto que ayudó mucho en esa remontada que el rival, el Amenabar, terminara con tres jugadores menos sobre la pista por exclusiones y que pudo ganar si Óscar Ruiz no saca un lanzamiento a falta de diez segundos de Oihan Balenciaga. Pero los del Quijote Arena, que no hicieron un buen partido, sí que creyeron hasta el final, lo aprovecharon y se llevaron el tercer triunfo en un final de infarto con un feliz desenlace. Dos puntos más para colocarse al frente de la clasificación y seguir creyendo. El festejo final demostró la importancia de la victoria. Y lo mucho que costó.

Con mucha intensidad de ambos equipos en defensa comenzó el partido. Tanta hubo de inicio que el Amenabar se encontró con una expulsión a los seis minutos, la de su jugador Xabat Olaizola, que vio la roja por desplazamiento a Sergi Mach cuando éste estaba lanzando en el aire.

El meta local Adrián Torres sacó un siete metros con el 2-2 en el marcador para mantener bien a un Alarcos que no se encontraba cómodo en ataque, sin encontrar al pivote Carles Asensio. Dos nuevas paradas del joven portero permitieron a los ciudarrealeños volver a coger el mando del encuentro (5-4, min. 14). Sergi Mach seguía siendo el líder ofensivo, con tres de esos cinco goles.

El equilibrio se mantuvo, ya con Asensio entrando en escena en los seis metros (8-8, min. 20) y con el Amenabar anotando especialmente desde el punto de siete metros (hasta siete tuvo en 22 minutos, marcando cinco). Ni uno, ni otro equipo logró irse de más de un gol en este primer tiempo.

Así, en unos siguientes intercambios de goles y errores el choque llegó al descanso con la mínima victoria del Amenabar por 11-12. Quedaba mucho por remar y para mejorar por parte los de Javi Laguna.

Segunda parte

La tónica no varió en el comienzo de segunda parte. Siguieron los goles y los fallos en una y otra portería, con el Amenabar manteniendo su mínima ventaja. No conseguía el Alarcos, con el extremo Barricart en plan anotador, ponerse por delante (14-15, min. 36).

Fue pasado el minuto 11 cuando el conjunto visitante cogió la máxima ventaja hasta entonces, un +2 con el 16-18. Había que apretar los dientes y el Alarcos volvió a poner el empate para evitar el que hubiera sido un momento delicado.

Con el 19-20 en contra se entró en los últimos y decisivos minutos. No terminaban los locales de estar finos, sobre todo en ataque y en los lanzamientos, algunos de ellos cómodos. Tampoco los visitantes, atascados igualmente en esa faceta.

Ni una exclusión de un jugador de Amenabar llevó al Alarcos a ponerse por delante, algo que no conseguía en toda la segunda parte. No terminaban de romper los del Quijote Arena y, para colmo, el cuadro vasco recuperó los dos tantos arriba, un 20-22  falta de poco más de dos minutos. Se complicaba el partido y el entrenador alarquista Javier Laguna solicitó tiempo muerto.

Una nueva exclusión del visitante Josu Atorrasagasti, su tercera y expulsión, dio algo de esperanza. Más todavía cuando a renglón seguido el Amenabar sufrió otra más para quedarse con dos menos hasta el final del choque. Barricart anotó un siete metros y la presión a toda pista fue total con la desventaja de un gol. Robó el equipo local la pelota y Carles Asensio, a la contra, empató totalmente desequilibrado por el portero visitante, que vio la roja. Con tres menos se quedaba el Amenabar a falta de 24 segundos.

En ese final, los vascos tuvieron la victoria, pero Óscar Ruiz sacó el tiro de Ohian Balenciaga. Dio tiempo al ataque final del Alarcos, que acabó con un claro siete metros antes de que el electrónico marcara el final. Con el tiempo ya cumplido, Barricart, el mejor de los locales, no falló para dar al Alarcos el tercer triunfo consecutivo. Los de Javi Laguna demostraron que nunca se rinden.