Sus dos últimos resultados negativos, el empate en Melilla (27-27) y especialmente la pasada derrota ante el Leganés (28-27), han dejado al BM Alarcos sin margen ya para el error. Los alarquistas, que antes de esos dos encuentros tenían la posibilidad de acercarse mucho a la segunda plaza, se han quedado ahora a cinco puntos de distancia a falta de nueve jornadas.
Por eso, el entrenador del equipo de Ciudad Real, Álvaro de Lara, aseguró que esta ha sido deportivamente la semana más dura de la temporada y que desde el cuerpo técnico se ha tratado de encontrar los errores cometidos en esos duelos. También quiso incidir en que “todavía nos quedan 18 puntos por jugar y, aunque es verdad que se ha complicado todo mucho, tenemos que seguir luchando y sacando esto, porque al final somos el Alarcos”.
No cabe otro resultado que la victoria este sábado en el partido liguero de la 22ª jornada, en la que el Alarcos recibirá en el Quijote Arena al Maravillas Benalmádena, equipo que es undécimo clasificado (18:30 horas). “Es un equipo que tiene buenos jugadores y nosotros no nos podemos relajar. Hay que tomarse el partido como si viniera uno de los primeros clasificados”, avisó Álvaro de Lara.
El técnico tocó madera porque a día de hoy tiene a todos sus jugadores disponibles, ‘rezando’ porque no ocurra lo del pasado sábado ante el Leganés, cuando Óscar Pinilla fue baja de última hora y no pudo viajar con el equipo.
También ha hablado en la previa el jugador Pepe Mora, que reconoció que “estamos jodidos” por esos malos últimos resultados “que han hecho herida, pero no nos queda otra que recomponernos. Quedan muchos puntos por jugar”.
Para el extremo “los equipos nos han perdido el respeto. Si nos tenían ganas y un plus de motivación porque éramos el equipo que bajaba de Plata, el equipo a batir, ahora sabiendo que nos cuesta mucho ganar fuera de casa y cualquiera nos puede sacar puntos, es para ellos un extra doble de motivación”.
Pepe Mora comentó también la salida del equipo de Álex Plaza hacia el Sagunto de Asobal y reconoció que “nos dolió a todos, a mí en especial porque llevo con él desde pequeño. Era el motor y el pilar fundamental del equipo. Ahora hay gente que tenemos que asumir más responsabilidad; si con 22 ó 23 años no tenemos ganas, ni ese índice de motivación para ponernos más las pilas, no lo vamos a tener nunca”.
Finalmente, el canterano sí que espera que el Alarcos mejore, empezando por este encuentro del sábado ante el Benalmádena en el que no se puede fallar. “Hasta que las matemáticas no digan lo contrario todavía tenemos opciones, así que hay que luchar por ellas”, sentenció.