37
29
1-2, 3-5, 7-8, 10-11, 13-12 y 16-13 (descanso); 19-16, 21-19, 23-22, 28-24, 32-25 y 37-20 (final).
El ID Energy Caserío no dejó pasar la oportunidad de dar un paso hacia adelante en la Liga y hacia la fase de ascenso. Goleó este domingo en el Quijote Arena al Eón Alicante, un rival directo en esa puja al que ahora deja a siete puntos de distancia. Esa diferencia es la que tiene ahora con respecto al séptimo, un gran colchón, además de haber recortado con respecto al líder Guadalajara y al segundo Burgos. Sin duda, un gran fin de semana para el conjunto amarillo.
Para ello tuvo que superar a un bloque alicantino que plantó mucha cara, tal y como se esperaba. Lo hizo el Caserío con momentos de gran juego, superando adversidades, volviendo a ser ese equipo intenso y rompiendo el partido a su favor en el último cuarto de hora, en el que hundió por completo al rival para vencer por 37-29, un marcador algo engañoso para lo que se vio en la pista. Otra fiesta, como quiere el club y el equipo, se vivió en el Quijote Arena para una afición que alentó a tope y que también tuvo su repercusión en el resultado.

Tardó en llegar el primer gol, anotado a los 2:30 por el Alicante aprovechando la inferioridad del Caserío, por exclusión de Lumbreras. Los amarillos erraban sus ataques ante la defensa cambiante de un rival que se puso 0-2.
A los 4:45 pudo marcar al fin el Caserío, con un gran lanzamiento de José Palacios para romper la mala ofensiva. Luego José Andrés Torres hizo el empate para volver a poner todo como al principio con el 2-2. Con mucho ritmo, las defensas y los porteros se imponían a los ataques.
A toda velocidad, tuvo varias precipitaciones el Caserío, cuyo 6-0 defensivo tampoco podía frenar el ataque rival. Y eso hizo despegar al Alicante, que cogió una ventaja de tres goles, máxima hasta entonces (3-6, min. 9). Pero en otro de esos capítulos distintos que hay en los partidos, el Caserío empató en apenas dos minutos, aprovechando una superioridad numérica y lanzándose a lo que sabe hacer muy bien: correr el contraataque (6-6, min. 12).

Entró el partido en un intercambio de golpes, con José Andrés Torres perforando la meta visitante (hizo en la primera parte 9 de los 16 goles del Caserío, para convertir 13 en total). En esa fase, siempre iba por delante el Alicante, en ocasiones dos arriba, con una buena actuación de su portero Jorge Broto. Pero el Caserío logró, al fin, ponerse por delante por primera vez en todo el partido. Fue en el minuto 24 con el 13-12, anotado por un gran José Andrés Torres que hizo su octavo gol.
Pasaba por sus mejores minutos el Caserío y sus peores el rival, que estaba, además, en inferioridad. Eso lo aprovecharon los amarillos para irse cuatro arriba, después de un parcial de 6-0 (16-12). Se gustaban entonces los de Santi Urdiales, en ataque y en defensa, para llegar al descanso ganando por 16-13 después de una primera parte con serias complicaciones por momentos.
Alicante arrancó la segunda parte jugando con siete en ataque (lo hizo durante los 30 minutos) a la búsqueda de romper la defensa del Caserío. Sí que iba logrando batir al portero Giovagnola, pero a la vez los locales no erraban sus ofensivas, por lo que la diferencia de tres o cuatro goles se mantenía estable.
En esa tónica siguió el partido, hasta que el rival apretó el resultado situándose a un gol (21-20, min. 10). Había perdido el Caserío su frescura y llegó el empate y el tiempo muerto solicitado por Santi Urdiales (21-21).
Crecía en intensidad y emoción el choque, con una afición del Caserío apretando a favor de su equipo. También tras el tiempo muerto apretó el equipo en defensa y Óscar Ruiz, ahora en portería, ayudó para colocarse de nuevo tres arriba, tras dos golazos de Canepa y otro de Ángel Pérez (25-22, min. 17). Fue entonces el técnico visitante el que paró el encuentro.

Un gol desde su portería de Óscar Ruiz puso los cuatro goles de ventaja con los que se entró en los últimos diez minutos (28-24). Estaba firme el Caserío, que volvía a tener frescura y acierto en ataque y en defensa en otro gran tramo de juego. Así llegaron los cinco de diferencia, un golazo de José Andrés Torres, su undécimo, tras volar dentro del área a por el balón.
No se podía ya escapar la victoria y el Caserío la agarró con firmeza, ofreció espectáculo en los últimos minutos y venció por 37-29. Dos puntos más que se quedan en Ciudad Real y un paso hacia adelante en la lucha por la fase de ascenso. Y, ¿por qué no?, por el ascenso directo.