ID ENERGY CASERÍO 31 |
BM ALARCOS 19 |
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Fernando Romero (p), Pablo Campanario (1), Martín Santano (2), Nicolás Ayúcar (2), Juan Lumbreras, Víctor Morales (4), Santiago Giogvanola (p), Francisco Ruiz (1), Rodrigo Martín-Pozuelo (2), Santiago Canepa (2), Yuri Dielliierhiiev, Ángel Pérez (3), José Palacios (1), Nicolás Barceló (4), Adrián Sánchez (1) y José Andrés Torres (8). | Pablo Cano (p), Iván Fuentes, Marcos Fis (4), Hugo Galán, Pau Ortega (3), Mohamed Uchan, Adrián Mendoza, Enric González (p), ‘Jota’ Serrano, Álex Plaza (7), Héctor Codado, Daniel García, Ignacio Villaseñor, Guillermo García-Uvero, Luis Arnau (2), Marcos Herrera (2), Gonzalo López-Toledo y Astilleros (1). |
ÁRBITROS Gutiérrez Sobrino e Israel Rabadán. |
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PARCIALES CADA 5 MINUTOS 2-1, 5-5, 5-6, 8-7, 10-8 y 15-9 (descanso); 16-11, 18-13, 22-15, 23-16, 29-18 y 31-19 (final). |
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INCIDENCIAS Final del Trofeo Diputación de balonmano, celebrada en el pabellón Quijote Arena de Ciudad Real. Asistieron al partido el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, la diputada provincial de Deportes, Milagros Calahorra, y el concejal de Deportes de Ciudad Real, Pau Beltrán, entre otras autoridades. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la madre del mánager general del Caserío, Antonio Caba. |
El ID Energy Caserío ejerció bien su papel de equipo de superior categoría para revalidar el Trofeo Diputación, imponiéndose con claridad en la final al BM Alarcos por 31-19. Fue un duelo que se mantuvo igualado hasta los diez minutos finales de la primera parte, cuando el Caserío apretó, mostró su superioridad y se fue al descanso con un 15-9 a favor.
Poca historia tuvo la segunda parte, en la que los amarillos controlaron sin apenas problemas ante un Alarcos que no pudo poner en apuros a su rival. Los minutos finales fueron claros para los de Santi Urdiales, que impusieron su ley sobre la pista del Quijote Arena para proclamarse campeón del Trofeo, en un partido que sirvió a la vez de preparación para ambos conjuntos de cara a sus ligas.
Las defensas se impusieron a los ataques en los compases iniciales del encuentro. Al filo de los cinco minutos el electrónico del Quijote Arena marcaba un 1-1, pero a partir de ahí, más calientes, ambos conjuntos afinaron algo más sus ataques ante las poderosas 6-0 rivales.
El marcador fue entonces alternándose, sin que ninguno lograra coger ventaja. Las defensas volvían a coger solidez y los errores ofensivos aumentaban en unos y otros. Tan parejo estaba el duelo que con el 5-5 se estuvo más de cinco minutos sin anotar, además del contratiempo del alarquista Gonzalo López-Tola, que se marchó al vestuario con un gran corte sangrante en la mano. No volvió a jugar, como tampoco Adrián Mendoza, con un golpe.
Un gran gol desde propio campo de Aléx Plaza para el Alarcos puso al cuarto de hora el 5-6, que llevó al técnico del Caserío Santi Urdiales a solicitar tiempo muerto.
Esa llamada le valió al equipo amarillo para mejorar en la pista, remontar y alcanzar entonces la máxima renta de todo el encuentro para cualquiera de los dos conjuntos, un 9-7 en el minuto 20. Fue entonces Álvaro de Lara, entrenador alarquista, el que pidió el parón para dar instrucciones.
Pero siguió mandando el Caserío, con un gran Nico Barceló en ataque, al que se sumó en este tramo final en la faceta goleadora José Andrés Torres, más Santi Giogvanola en portería. Se atascó en ataque totalmente el Alarcos, con solo dos goles en los últimos diez minutos. Al descanso, los de Santi Urdiales ganaban por seis goles de diferencia (15-9).
Comenzó la segunda parte con pocos goles y la roja descalificante para el capitán del Alarcos, Jota Serrano, por un duro golpe a Pablo Campanario. Tras varias exclusiones, el Caserío lograba mantener ese gran renta a favor ante un Alarcos que parecía incapaz de bajarla para meterse en el partido.
Sí que pudieron después los alarquistas, liderados en ataque por su mejor jugador, Álex Plaza, firmar un intento reacción. A cuatro se pusieron los de Álvaro de Lara (17-13), pero dos lanzamientos a gol consecutivos del central Víctor Morales devolvieron los seis arriba para el Caserío, que la aumentó luego más hasta el 24-15 a falta de 13 minutos. La final estaba casi sentenciada.
En modo rápido jugaron ya ambos conjuntos los últimos minutos, con el cansancio haciendo mella y las defensas sin poder llegar a los contactos. Así terminó mucho mejor el Caserío, con José Andrés Torres convirtiéndose en máximo goleador con ocho tantos, uno más que Álex Plaza en el otro bando. Al final, 31-19 para un Caserío que volvió a levantar el Trofeo Diputación.