BM CASERÍO 25 |
MGN BOLAÑOS 18 |
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Imanol Rodrigo, Pablo Campanario (6), David Abad (1), Enrique Chacón (3), Adrián Bernabéu (2), Paco Ruiz (2), Andrey López, Fran Vidal (4), Rodrigo Martín-Pozuelo, Thomas Werner, Miguel Ángel Pérez (2), Álex Abad (5), Óscar Pinilla, Fran González y Alberto Luengo. | Óscar Ruiz, Felipe Arévale, Brahim Mohamed (1), Javi Torre (2), Miguel Blanco (1), José García (1), Miguel Núñez (3), Miguel Ángel Caraballo, David Gallego, José Javier Candeleda (2), Rafael Moya, Manuel Sánchez-Gil (1), Pepe Mora (2), Juli Granados (3), Loren Calzado y Jean Jesús (2). |
ÁRBITROS Darío Ceballos Martínez y Javier Madruga Casadome. |
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PARCIALES CADA 5 MINUTOS 2-2, 4-2, 5-3, 9-4, 10-5 y 12-8 (descanso); 13-9, 15-10, 18-12, 20-15, 22-16 y 25-18 (final). |
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INCIDENCIAS Encuentro correspondiente a la séptima jornada en el Grupo F de la Primera Nacional masculina de balonmano, disputado en el pabellón Quijote Arena de Ciudad Real. Antes del choque ambos equipos llevaron a cabo un acto de visibilización de la Hermandad de Donantes de Sangre de Ciudad Real. Hubo una mesa informativa en el pabellón. |
El derbi provincial de la Primera Nacional de balonmano se quedó en casa. El BM Caserío se hizo fuerte en el Quijote Arena para doblegar con claridad al MGN Bolaños, en un duelo que dominó casi desde el inicio con una gran defensa y las paradas de Imanol. Ya en el primer tiempo los de Santi Urdiales adquirieron una diferencia de seis goles que supieron manejar después muy bien ante un cuadro bolañego impotente en ataque por momentos. Al final, un 25-18 claro para los capitalinos, que quieren engancharse a la zona alta de la tabla y que ahora son cuartos adelantando en un punto al Bolaños, aunque éste con un partido menos.
Con intensidad comenzaron los dos equipos, en un primer intercambio de goles y también de tempraneras exclusiones. Campanario, autor de cinco tantos hasta el descanso, comandaba los ataques del Caserío y Brahim, los del Bolaños, en un inicio equilibrado que contó con muchos errores en ataque y paradas de los porteros, Imanol y Óscar Ruiz. En esa tónica, fue el bloque local el que cogió la primera ventaja de dos goles (4-2).
Ese marcador se mantuvo así varios minutos, hasta que el Caserío comenzó a poner más tierra de por medio a base de defensa y portería, con un Imanol que parecía infranqueable para los bolañegos. Con un 8-3 en el minuto 17, el técnico visitante Carlos Yuste se vio obligado a parar el juego.
Siguió el Bolaños sin encontrar portería con facilidad. Ni siquiera en superioridad numérica y en varios lanzamientos lejanos sin portero local lograba marcar. El Caserío, por contra, con inferioridad durante varios minutos, aguantaba bien esa ventaja que se quedó en más cuatro al descanso, un 12-8 para los de Santi Urdiales.
En su intento de remontada, el Bolaños se estrelló con la poderosa defensa local en los primeros minutos de la segunda parte. Yuste no lo veía claro y pidió un tiempo muerto pronto, con un 13-9 en el marcador. Los suyos, ya con Brahim muy bien cerrado, estaban totalmente atascados en ataque ante un Caserío muy firme atrás.
Con ese guión, el Caserío recuperó la máxima que había logrado en el primer tiempo, los seis goles (16-10, min. 40). A los visitantes le costaba sudor y muchas piernas marcar. Y los azules (ya no de amarillo) seguían anotando para irse de ocho, con dos tantos de Álex Abad (18-10).
Llegó entonces una leve reacción bolañega después de pasar sus peores minutos. Un 1-4 acercó el resultado al 19-14, aunque todavía parecía un mundo a recortar para los visitantes. Y más cuando el Caserío volvió a coger el ritmo para impedir que esa diferencia bajara de esos cinco goles en un tramo final apacible y que los locales pudieron disfrutar, con Adrián Bernabéu uniéndose a la fiesta con tantos desde el pivote. Un 25-18 definitivo que hizo justicia a lo visto sobre la pista del Quijote Arena.