Francisco J. Otero
Ciudad Real
El empate en el derbi le debe saber mucho mejor al Caserío que al Bolaños por varias razones. A las amarillas les vale para mantener las distancias con su rival provincial, lo que a estas alturas de temporada, sin muchos objetivos más a la vista, es importante. Les vale porque empataron sin su mejor jugadora, Feli, que se perdió el encuentro por problemas físicos. Y les vale porque el partido fue una persecución, con el Bolaños siempre delante, con el Caserío siempre a un paso. Por todo eso, el equipo local sonreía bastante más que las de Juanmi al final del encuentro.
Durante buena parte del choque dio la impresión de que el Bolaños disponía de más recursos. En ataque, las calatravas, bien dirigidas por Valeria, buscaban las penetraciones de su primera línea (Mariado y Ana Belén), la contundencia de Odalys desde el extremo o la envergadura de Carmen García en el pivote. Con paciencia y moviendo bien el balón, llegaban los goles.
En defensa, el Bolaños se empleaba más a fondo que sus rivales, con una Carmen Romero que ponía en evidencia sus más que evidentes condiciones. Y era más castigado. Hasta diez minutos más en inferioridad jugaron las de violeta, lo que acabaron pagando caro, y cuatro penaltis más a favor de las locales.
El principal mérito de las de MItxel fue creer siempre en sus posibilidades y no mirar nunca a la grada, donde estaba Feli. Lupe se mostraba intratable desde los siete metros, Rocío Vigara y Agus le ponían contundencia al ataque y donde no llegaba el juego, llegaba la fe.
El Bolaños dominó la primera parte, aunque el marcador no reflejara grandes distancias. Tras el descanso, las de Mitxel Moreno de la Santa salieron mejor, llegando a igular el encuentro, pero entonces el equipo visitante encontró a Mariado, que en la primera parte se había dejado notar poco, y dio un estirón que pudo haber sido definitivo.
Con cuatro tantos a favor (17-21 en el minuto 45), el partido estaba al límite, pero no se rompió. El Caserío se aferró a una Rocío Vigara que soltó el brazo y remontó hasta igualar la contienda a 23 a falta de cinco minutos.
Y no sólo eso. Las aurinegras consiguieron culminar la remontada, poniéndose por delante con el enésimo penalti transformado de Lupe. Se entró en los últimos cinco minutos con el sabor, el olor y el sonido de un derbi.
Reaccionó el Bolaños, que no estaba dispuesto a perder lo que creía suyo. Con Odalys desactivada (por cierto, que tuvo algún intercambio de pareceres con la grada), Mariado se echó el equipo a la espalda con la complicidad de Valeria y dos tantos suyos le dieron la vuelta al marcador (24-25) cuando quedaba menos de un minuto.
El Caserío, a lo suyo, respondió de inmediato, con el único tanto de Ángela Alberca en el partido, gracias, también a una defensa más bien floja. Mariado se jugó la última, pero Ana Teresa, magnífica durante todo el duelo, le ganó la partida a la lateral bolañega, dejando al Caserío por delante en la clasificación y al Bolaños insatisfecho por haber rozado el triunfo en el Príncipe Felipe.
CASERÍO CIUDAD REAL: Ana Teresa, María Luisa Morales (1), Cristina López (2), Gema Manzanares (1), Agus (4), Rocío Flores (1) y Lupe 9, 7p) – siete inicial- Paola Fernández (ps), Ángela Alberca (1), María Hervás , Lucía Arenas (1) y Rocío Vigara (4).
BM BOLAÑOS: Carmen Romero, Valeria (2, 1p), Ana Belén (7), Carmen García (1), Mariado (6, 1p), Odalys (6, 2p) y Susana Ávila (1) – siete inicial- María Díaz, Cristina Baos (1), Mónica Aranda, Gema García, Victoria (1), Sonia Naranjo y Blanca Huete (1).
Árbitros: Déniz Alonso y Espino Guerra. Excluyeron dos minutos a las locales María Luisa Morales, Cristina López y Gema Manzanares; y a las visitantes Cristina Baos, Carmen García (dos veces), Mariado (dos veces), Odalys y Blanca Huete (dos veces).
PARCIALES: 2-2, 3-5, 4-7, 8-8, 11-12, 12-14, descanso, 14-15, 16-19, 17-21, 20-22, 23-23, 25-25 y final.
INCIDENCIAS: : Príncipe Felipe. Unos 200 espectadores