ESPAÑA
33 |
TÚNEZ 18 |
---|---|
Rodrigo Corrales, Ángel Fernández (1), Raúl Entrerríos, Bazán (1), Cañellas (4), Goñi (3) y Balaguer (1)- siete inicial- Gonzalo Pérez de Vargas, Gurbindo (3), Valero Rivera (4, 2p), Álex Dujshebaev (6), Sarmiento (1), Julen Aginagalde (19, Viran Morros, Ariño (1), Solé (1), Figueras (1), Dani Dujshebaev (2) y Kauldi (3). | Missaoui, Sanai (1), Saafi, Rzig (1), Soussi (1), Chourief (5) y Jaziri- siete inicial- Drissi, Frad, Maoua, Ghacham, Majoloub (2), Maaref (2), Boughani (4), Blel, Bacha. |
ÁRBITROS Ion Bustamante y Javier Álvarez. Excluyeron dos minutos a los jugadores españoles Bazán; y a los tunecinos Sanai, Blel y Chourief. |
|
PARCIALES CADA 5 MINUTOS 4-2, 6-3, 6-3, 7-3, 11-6, 14-9, descanso, 16-11, 20-12, 23-14, 27-15, 29-17, 29-16, 33-18 y final. |
|
INCIDENCIAS Se llenó el Quijote Arena para el Partido de las Estrellas-Trofeo P0pular Grupo Santander. |
En los buenos tiempos, “Simo”, el speaker, le ponía ganas cada vez que Entrerríos, don Alberto, anotaba, dejando caer entre nombre y apellido el apodo: “Rock and Roll”. El asturiano, ya con medio corazón manchego, recibió el homenaje de la Federación, que retiró su camiseta y esgrimió su sonrisa entre inocente y canalla para dejar bien claro, una vez más, que los viejos rockeros nunca mueren. Como Alberto, como el Quijote Arena, como el idilio entre Ciudad Real y el balonmano… En las gradas, repletas, y en la pista, hubo autoridades y mucha, mucha gente del balonmano, desde Juan de Dios Román a Paco Blázquez, desde los inolvidables Julen, Viran, Álex, Dani o Joan, a todo el mundillo balonmanístico local, al que actos como este le refuerzan en su voluntad de devolver a la ciudad donde debe, es decir, al olimpo del balonmano. Al menos el español. En el fondo, es cuestión de voluntad. Si mitad de la gente que este sábado quiso ver a España, quisiera ver al Alarcos o al Caserío…
Sobre la pista, todo funcionó como debía. Túnez ejerció de perfecto sparring, ni muy duro ni muy flojo, permitiendo que los campeones de Europa brillaran entre el aplauso de la afición. Lo hizo especialmente en la primera parte Álex Dujshebaev. Y eso que su participación se hizo esperar. Pero aquel chaval al que la afición seguía cuando se proclamó subcampeón de España con el Marianistas, aquel que después pasaba horas y horas tras los entrenamientos del BM Ciudad Real puliendo la técnica con Raúl González y Viran echando una mano, el hijo del mito, es ya una esplendorosa realidad. En Ciudad Real, su casa, porque al fin y al cabo uno es donde hace el Bachillerato, Álex anotó cuatro tantos en una primera parte en la que Túnez, muy joven y ya campeona de África, destiló detalles de calidad, especialmente Sanai y Choouiref, pero en la que España demostró que es superior, no solo que Túnez, sino que la gran mayoría de las selecciones.
EL HOMENAJE A UNO DE LOS MÁS GRANDES |
---|
El homenaje a Alberto Entrerríos se sustanció antes de que comenzara el encuentro. Saltó a la cancha el asturiano. Con americana. Junto a él aparecieron luego su mujer, su padre y sus hijos, todos con la camiseta con el número 2, ese que tantas alegrías dio en Ciudad Real y a la selección. El presidente de la Federación le dio las gracias a Alberto Entrerríos “por ser uno de los mejores jugadores de la historia” y desveló que por vez primera se retiraba un dorsal de la selección. Una enorme camiseta con el dos se elevó entonces en el Quijote Arena, donde permaneció colgada. Llegó entonces el turno de Entrerríos, que aseguró que estaba “muy emocionado. He tenido mucha suerte en mi carrera y también ahora. Ha estado y está llena de belleza. Un homenaje en Ciudad Real, con mi familia, los amigos… no se puede pedir más”. |
El segundo acto vio a dos equipos que mantuvieron la intensidad a pesar del carácter amistoso de este Partido de las Estrellas en beneficio de la Asociación de Jugadores de Balonmano. España amplió, claro, la renta. Entre otros, Cañellas desde fuera y Valero desde los siete metros compensaban con creces la buena actuación de Boughanmi desde el extremo.
El choque terminó con un autohomenaje del Quijote Arenas. La grada hizo la ola y terminó levantándose para aplaudir a los Hispanos y a la afición ciudadrealeña y a Alberto Entrrerríos.. Todos viejos rockeros, de esos que nunca mueren.