Jorge Ureña
Ciudad Real
Julián Granados lleva poco tiempo en Plata, enrolado en las filas del Balonmano Alarcos, pero ya tiene plena confianza en su equipo hasta el punto de que ayer en rueda de prensa dijo que de cara a la visita de mañana al campo del colíder, Zamora, él no tiene “miedo ninguno”.
Y es que se nota que a pesar de la derrota el gran partido jugador contra el Atlético Valladolid ha dejado un poso positivo en un equipo que ahora tiene que visitar a otro de los cocos de la categoría, un Zamora que lleva doce puntos de doce posibles en un comienzo de temporada inmaculado.
“Miedo no da, pero sabemos que en Plata todos los partidos son difíciles. El Zamora el año pasado estaba en Asobal y además jugamos en su casa, no va a ser fácil pero vamos a ver qué podemos sacar”, decía el extremo manzanareño.
Granados reconocía que la del Valladolid fue “una derrota agridulce pero les pusimos las cosas muy difíciles por lo que salimos moralmente reforzados”.
Por su parte, el entrenador, Javier Márquez reconocía que para él el Zamora “va a estar, seguro, primero o en puestos de play-off”.
Tras analizar al rival -del que ya daremos más datos en la previa pero al que se puede considerar un equipo de Asobal- Márquez se centró en el aspecto que más preocupa al club en estos momentos y es en la portería.
A Zamora el equipo viajará con Javi de la Cruz y Xermán Amaro ya que las lesiones de Mario Blanco y Jorge Villamarín han dejado al equipo sin sus dos porteros titulares.
De hecho el técnico desveló que ahora mismo el club está evaluando todas las posibilidades pasando por la de fichar a alguno de los porteros que ya se le han ofrecido.
Pero mientras eso llega hay que cuidar a los dos jóvenes. “Esperemos que no se constipe Javi”, bromeaba en rueda de prensa.
En cuanto al joven refuerzo, Javier Márquez deja claro que “si viaja a Zamora es porque creemos que puede aportar. Tiene condiciones pero está en formación. Es un jugador con muy buena proyección”.