La ASOBAL es la Ítaca del Alarcos. Del balonmano ciudadrealeño, de hecho. En su largo peregrinar por todas las categorías, desde que soltara amarras el proyecto de Díaz de Mera, la ASOBAL siempre ha estado en la cabeza del Alarcos-Ulises. También del Caserío, aunque de otra manera. Que Penélope esté o no esperando es harina de otro costal. Dos veces ha atracado la nave alarquista en un puerto que conducía a la ASOBAL. La primera en Irún, inesperadamente. El Bidasoa no era entonces navegable. La segunda, en Segovia, puerto seco. El Nava le cortó el camino a los de Javi Márquez, en un duelo muy igualado.
| EL VILLA DE ARANDA, PRIMER RIVAL ESTE SÁBADO |
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| El Vestas BM Alarcos se estrena este sábado en el pabellón Quijote Arena ante el BM Villa de Aranda, a partir de las 19 horas. Victoriano Alises será baja segura en el equipo, mientras que es duda el pivote Candeleda. Por supuesto, el Alarcos espera arrancar con un triunfo el campeonato, ante un rival “con una plantilla de gran calidad y poderío físico, con laterales y pivotes de dos metros que llegarán a Ciudad Real a ponerlo muy difícil”, avisó el técnico local Javi Márquez. Será un encuentro solidario en el que el club pretenderá dar visibilidad a la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer de Ciudad Real. |
Comienza ahora una nueva temporada, la cuarta del Alarcos en una División de Honor Plata cada temporada más competida. A pesar de estar lejos de los presupuestos de otros clubes, el Alarcos se marca el play off de ascenso como objetivo una vez más, aunque en el club todos, desde los directivos a los jugadores, son muy conscientes de las dificultades que entraña la tarea.
La primera, quizás la más arriesgada, fue la de embarcar de nuevo al capitán de la nave, a Javi Márquez. No fue sencillo, pero al final el manzanareño venció sus reticencias y dirigirá una temporada más, la quinta, al Alarcos. A su lado, el cuerpo técnico habitual, es decir, Luisma, Sergio, Charly, Julián y Marco Reina. Márquez dio marcha atrás después de comunicarle al presidente, Juan Pablo Marciel, que no seguía. ¿Las razones? De dos tipos: de índole personal, por el exigente ritmo que impone conciliar trabajo y entrenamientos; y de índole deportiva, porque las dificultades para confeccionar una plantilla competitiva son cada vez mayores. El cariño que le mostraban sus jugadores, la directiva y la afición, empezó a inclinar la balanza hacia la continuidad. La renovación del apoyo de Vestas, el principal patrocinador, y el aumento de la subvención municipal hicieron el resto.
Desde ese momento, a mediados de junio, se empezó a confeccionar la plantilla, que ha ido adquiriendo tintes inesperados. La idea era apostar por la continuidad de un bloque que la campaña anterior había comenzado regular, pero que había terminado lo suficientemente bien como para meter al Alarcos con opciones en el play off. Rozó la machada, pero se quedó a las puertas, por lo que no se quería tocar demasiado el equipo. Sin embargo, fueron saliendo hombres. Vicente Poveda se marchó a un Tercera alemán. Julián Portero jugará esta campaña en el Cajasur y Jorge Maestre, después de dos campañas en las que las lesiones le impidieron rendir a su nivel, también dejó el equipo. De igual manera lo hizo el extremo manzanareño Juli Granados. Por último, Róber Giménez, puso fin a su segunda etapa en el Alarcos.
La renovación era, pues, obligatoria. Y comenzó por el extremo, donde ha habido dos movimientos que han llamado la atención del aficionado al balonmano ciudadrealeño. El primero porque suponía un trasvase del Caserío al Alarcos, poco habitual. Gonzalo Almansa fue el protagonista. El segundo, la llegada de Asier Urain, por la juventud del extremo vasco que llega del Sanlo EKT. Con solo 18 años, es, sin duda, una apuesta de futuro del Alarcos. Pero también de presente. La jugada se repitió, aunque con otros mimbres, no hace demasiado, cuando el equipo ciudadrealeño anunció que se hacía con los servicios del meta internacional juvenil Roberto Rodríguez, procedente del Montequinto. El portero jugará en el filial, el BM Bolaños, o en el primer equipo, dependiendo de su rendimiento y de la necesidad de minutos.
Siguiendo con los jóvenes, esta temporada es la de la llegada de Álex Plaza desde el juvenil alarquista. El hermano de Nacho da el salto para demostrar la calidad de una cantera de la que no será el único representante, porque los aún juveniles Carlos Martínez o Joel pueden tener minutos, además de Pepe Mora.
Pero si a los jóvenes no se les puede exigir por el momento más protagonismo que el que ellos se ganen, del que sí se espera que tire del carro cuando las cosas se pongan feas es de James Lewis Parker, el lateral es internacional argentino. Su 1,87 de pura potencia tiene que darle al equipo de Márquez el lanzamiento exterior que en ocasiones le ha faltado.
El equipo estaba casi al completo, pero le faltaba la guinda. Dos, para ser más exactos. Una tiene acento británico. Del balonmano portugués llega el inglés Josh Da Silva, que coincide en su selección con Brian Negrete. El extremo les propuso, al club y al jugador, una prueba. Y el potente brazo izquierdo de Josh convenció al cuerpo técnico. Solo los problemas burocráticos han retrasado su contratación, pero ya Da Silva será de la partida esta temporada.
Y por último llegaba procedente del Ikasa Madrid Toni Sarió, sin duda uno de esos jugadores que pueden hacer la diferencia, esa que separa un ascenso de un “uy”. El joven lateral valenciano de 20 años, formado en la cantera del Puerto Sagunto, jugó tres temporadas en ASOBAL. Internacional juvenil y júnior, todo un subcampeón del mundo, la pasada temporada decidió dar un paso atrás y firmar por el Ikasa Madrid, buscando minutos y sensaciones. Ahora, repite la jugada. Pero si los madrileños no firmaron una buena campaña y acabaron perdiendo la categoría, en esta las expectativas son mucho más altas.
Junto a los nuevos, los “viejos”, encargados de transmitir el ADN del Alarcos, de contar las historias de otras temporadas, esas que le dan sentido a todo. Renovaron su compromiso Fran Revuelta, Javi de la Cruz, “Jota” Serrano, Juan Lumbreras, Fran Vidal, Manu Díaz-Mata, Brian Negrete, Candeleda, César Beret y Martín Molina.
El Alarcos parte de nuevo en busca de su Ítaca. Por el camino encontrará múltiples peligros: cíclopes y cantos de sirena, adivinos ciegos y hechiceras seductoras. Al final del camino, está el premio, el regreso al hogar en el que Ciudad Real fue tan feliz.
