Desde el tercer escalón de la tabla, el Soliss Pozuelo recibe este sábado, a partir de las 18:00 a un Vícar irregular pero cuya calidad no admite dudas. Las almerienses llegan al pabellón Las Espartanas con la intención de despertar a las de Eusebio Angulo de un sueño que, de momento, no tiene final, porque las pozoleñas suman siete partidos seguidos ganando, nueve sin perder, se han acostumbrado a las alturas y están a un solo punto de la segunda posición del Adesal, a tres de la primera del Alcobendas. Un equipo hecho para no sufrir ha crecido hasta mirar a la cara, de tú a tú, a las favoritas de la competición.
El Pozuelo encara el problema con muchas dudas en lo que a la enfermería se refiere, aunque las chicas pretenden forzar para estar en una nueva cita con la afición más fiel de la categoría. La única baja confirmada es la de Paula Morales, de viaje de estudios. Pero la lista de las dudosas es bastante más amplia. Jimena Laguna, que lleva algún tiempo con problemas, no pudo terminar el encuentro de la pasada jornada en Fuerteventura por culpa del hombro. Será el fisio el que determine si una de las jugadoras más decisivas para las calatravas puede estar ante las almerienses. Cristina López arrastra molestias en la rodilla y su participación no es segura. La gripe amenaza con dejar fuera de combate a Gema Manzanares y María Montoro.
Sea como sea, juegue quien juegue, el espíritu de las Espartanas será el de siempre, el de dejarse hasta la última gota de sudor para seguir creyendo en sí mismas, soñando con asaltar territorios que en principio les estaban vedados, mostrando con hechos, y no con palabras, su auténtica rebeldía de equipo que no acepta las jerarquías.