El técnico Santi Urdiales veía en la visita del líder una buena oportunidad para que su equipo sacara su mejor versión. La ofreció el Caserío en la mañana de este domingo en el Quijote Arena, pero no valió para superar a un Maracena que se llevó el triunfo por un gol (21-22). Los ciudarrealeños merecieron premio en un duelo en el que fueron por delante hasta a falta de once minutos cuando el rival volteó por vez primera el marcador. En el tramo final los detalles fueron favorables al equipo que traía una inercia positiva y que sumó su séptima victoria en siete partidos. Se quedó con las miel en los labios el bloque local, que rozó y tuvo contra las cuerdas al visitante en una amarga derrota.
El Caserío aprovechó algo mejor un inicio con muchos errores en ambos equipos, también provocados por las buenas paradas de los porteros. Alex Abad y Echevarria colocaron un 2-0 inicial, al que respondió Maracena con un primer gol que tardó en llegar, fue en el minuto 7.
Las defensas y los metas parecían al comienzo imponerse claramente a los ataques y marcar costaba mucho, aunque en el Caserío el látigo de Echevarria, especialmente, y las acciones de Pinilla permitían mantener arriba a los de Ciudad Real (5-2, minuto 12).
Fue mejorando el ataque de los amarillos y eso, junto a las intervenciones de Óscar Ruiz bajo palos, llevaron la máxima a cinco goles (8-3, min. 17). El Maracena, y entre ellos el ciudarrealeño Jaime Torres, ex del Caserío, estaba claramente atascado.
Un posterior gol, precisamente de Jaime Torres, y dos exclusiones seguidas al Caserío, permitieron una pequeña reacción del Maracena y frenaron el juego en progresión de los locales (8-5. min. 20). Pero cuando los de Santi Urdiales recuperaron a sus hombres las cosas volvieron a su sitio, a los cinco goles arriba.
Al descanso, sin embargo, la ventaja del Caserío se quedó en +3 (11-8), después de varias decisiones arbitrales en contra, entre ellas un gol anulado a David Abad en el que no se decretó la pertinente y clara ventaja. El árbitro, incluso, llegó a pedir perdón al banquillo local. El partido era abierto y muy disputado, y la segunda mitad prometía emoción.
Volvió a arrancar el encuentro con ataques poco fluidos, defensas poderosas y porteros acertados. En ese guión se mantuvo el equilibrio anotador en una y otra meta. Y eso mantenía al Caserío con más o menos esos tres goles de ventaja que trataba de no perder (15-12, min. 40).
Y resistía el Caserío, no sin problemas, esa diferencia a favor. A ello aportó en esos momentos Óscar Ruiz, con varias paradas de gran mérito. Pero primero una exclusión al local Stankovic tras un error en el cambio y después otra seguida a Alberto Ruiz dieron al Maracena las alas que necesitaba. El conjunto granadino, con un 0-3 de parcial igualó el marcador (17-17, min. 48). Y Santi Urdiales pidió tiempo muerto.
Una nueva exclusión, esta a Miguel Ángel Pérez, dejó de nuevo a los amarillos con uno menos. Y el Maracena lo aprovechó para ponerse por primera vez por delante (17-18), resultado con el que se entró en los últimos diez minutos.
El golpe no hizo venirse abajo al Caserío. Todo lo contrario. Reaccionó el equipo de Urdiales volteando de nuevo la situación (19-18), pero el choque estaba ya en el alambre para ambos, cualquier detalle sería resolutivo con el 19-20 a falta de cinco minutos.
Otra polémica decisión arbitral, una exclusión al técnico Santi Urdiales, dejó a los locales con uno menos. Ese fue el detalle clave, porque Maracena no perdonó para coger ventaja de tres y terminar imponiéndose por 21-22, ante un Caserío que peleó hasta el final.