El Alarcos le mantuvo la mirada al Atlético Valladolid durante casi toda la primera parte. Hasta que los pucelanos montaron en el centro de la defensa un muro terrorífico, sobrado de kilos y centímetros. Entonces los de Javi Márquez, dirigiendo vicariamente por Luisma Moyano, se estrellaron una y otra vez contra el malecón del Pisuerga. A pesar de eso, el marcador no lo notó en exceso, porque los locales se agarraron como pudieron, es decir, a base de contragolpes, a la pista.
Antes de esos últimos diez minutos de la primera parte, el Alarcos trató de igual a igual a un Asobal. Salvo por la presencia física, era difícil distinguir las categorías. Los manchegos le daban continuidad al balón, con una primera línea muy jugona (Beret, Vidal, Molina). Los castellanos del norte deslumbraban con los brazos de Rubén Río y Héctor González.
El caso es que la igualdad presidía el encuentro y la buena noticia es que no era por deméritos visitantes, sino porque los locales estaban aplicando bien los conceptos ofensivos y defensivos, además de contar con un Revuelta que sacaba las castañas del fuego.
Eso fue hasta que la defensa vallisoletana comenzó a funcionar y el Alarcos no fue capaz de buscar alternativas. Al principio debilitó las buenas sensaciones anarquistas, para, ya en la segunda parte, plasmar en números, los del marcador, lo que se percibía. Los pucelanos secaron al conjunto manchego en los primeros minutos de la reanudación y, al trantán ofensivo, como Serdio como ariete, se marcharon (12-19 en el minuto 44). En 15 minutos, el Alarcos solo fue capaz de anotar un tanto. Se empecinó en entrar por el centro y ahí esperaban los gladiadores azules para negarle el paso. La segunda parte terminó 6-14 pese al maquillaje final. No hay mucho más que añadir. El marcador final, 17-27, una distancia considerablemente adecuada a lo visto.
En resumen, el Alarcos jugó 20 buenos minutos y no supo encontrar respuestas cuando el Atlético Valladolid se puso serio. Vamos, que aunque sea un Asobal, el choque dejó claro que a los manchegos les queda mucho curro por delante para que la próxima pretemporada este choque mida a dos equipos de la misma categoría.
17, Alarcos: Revuelta, Beret (, 1p), Manu Díaz, Martín Molina (1), Fran Vidal (4), Candeleda (1) y Negrete (2) – siete inicial- Mario Blanco, Poveda, Lumbreras, Portero (1), Jota, Victoriano Alises, Juli Granados (3) y Róber Giménez (1).
27, Atlético Valladolid: César Pérez, Niko López (2), Héctor González (4), Adrián Fernández (1), Serdio (5), Rubén Río (2) y Matías- siete inicial- Javi Díaz, Camino, Garza, Turrado, Fernando Hernández (3, 1p), Álvaro Martínez, Miguel Martínez, Roberto Pérez, Serrano (3), Miguel Canino (3) y Víctor Rodríguez (3).
Árbitros: Beatriz Muñoz y Manuel Mohedano. Excluyeron dos minutos a los jugadores locales Jota y Lumbreras; y a los visitantes Adrián Fernandez y Turrado.
Parciales cada cinco minutos: 2-3, 5-4, 7-6, 8-8, 9-10, 11-13, descanso, 12-15, 12-17, 13-23, 14-25, 17-27 y final.
Incidencias: Partido de Feria disputado en el Quijote Arena ante unos 550 espectadores, entre ellos la alacadesa de Ciudad Real, Pilar Zamora