Jorge Ureña
Ciudad Real
¿Y si no fuera un sueño? ¿Y si Ciudad Real se despertara el lunes próximo con un equipo en Plata? En manos de los jugadores, de la afición, está que la ciudad despierte en Plata o que tenga que seguir soñando con un futuro mejor.
Y es que es ya el momento de la gloria o nada. Llegó el día de la verdad del Balonmano Alarcos. El objetivo de la temporada se pone en juego desde hoy en una fase de ascenso a División de Honor Plata apasionante.
El equipo capitalino afronta su segunda fase consecutiva tras jugarla ya la pasada temporada. Pero las circunstancias y el equipo han cambiado. En aquel 2014 la fase era un premio, en esta ocasión es una obligación.
Durante esta temporada el club, el equipo, los jugadores y hasta la afición han madurado y afrontan la pelea por el ascenso como un objetivo, no como un premio.
El club ha crecido, está claro. En un año se han asentado en la categoría dando un paso adelante apostando con claridad por el ascenso desde el principio. El Alarcos quiere crecer y lo ha hecho con la idea de la “reconquista”, con la firme intención de reconquistar categorías en las que el balonmano capitalino se movía no hace tanto tiempo. Ha sido una apuesta arriesgada que, hasta la fecha, está saliendo bien. Ahora falta lo más difícil, que el equipo haga realidad en la pista los planes de la directiva.
Y para lograrlo la plantilla alarquista ha mejorado notablemente. Para empezar los jugadores que el año pasado afrontaban su primera temporada en la categoría ya tienen un año y una fase de ascenso más en su haber, y eso es mucho. El grupo tiene más experiencia.
Además han llegado refuerzos que han demostrado su valía llevando al equipo al campeonato en un grupo muy complicado y dando sensación de equipo muy compacto.
Además la afición alarquista también ha crecido en este año. Su máximo exponente, la Peña La Batalla, es un ejemplo de animosidad respetuosa y la conjunción con el equipo es total. Son un plus y parte muy importante del club.
Ahora falta ver cómo responde el resto de aficionados de la capital a la llamada del club. Los precios son asequibles, el atractivo innegable y el pabellón Puerta de Santa María un sitio extraordinario para ver balonmano, para reencontrarse con la historia de este deporte en Ciudad Real. Es de esperar que la afición responda y el pabellón presente el aspecto que se merece la ocasión.
Con todos estos mimbres el Alarcos se dispone a dar un nuevo paso importante en su historia.
Llegó la fase de ascenso y por delante hay tres partidazos con uno que tiene una especial trascendencia. El primero.
La fase se pone este viernes en juego y el anfitrión se mide al Sant Martí Adrianenc, un equipazo que ya logró el ascenso en la pasada temporada aunque luego renunció a jugar en Plata. Será un partido trascendental, vital para las aspiraciones alarquistas.
Ganar el primer partido no es garantía de éxito, pero pone mucho más fáciles las cosas al equipo vencedor.
El que pierda en la jornada inaugural ya no depende de sí mismo para ser campeón, para ascender, así que el primer choque es fundamental.
Así están las cosas en la cita con la historia del balonmano ciudarrealeño. La ciudad, por afición, por tradición y por equipo se merece dar un paso adelante y en la tarde-noche de este viernes se tiene que poner la base para lograrlo.
El Balonmano Alarcos comienza hoy su reconquista.
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