Beatriz Lérida Maldonado (15-8-2005, Valdepeñas) recuerda muy bien la que fue su primera competición en la natación adaptada: un Open en Rivas Vaciamadrid. Allí llegó dispuesta a participar, pero de repente se vio como la nueva, sin conocer a nadie y rodeada de muchos nadadores discapacitados, algo a lo que no estaba acostumbrada, porque hasta entonces nadaba siempre junto a deportistas sin discapacidad. “No sé qué me pasó por la cabeza. No quería nadar, me fui sola al vestuario a llorar”, cuenta.
Beatriz nació con una malformación congénita, una agenesia de tibia, y a los 18 meses le tuvieron que amputar la pierna derecha por encima de la rodilla. En el pie izquierdo tiene también una malformación, le faltan los tres dedos del medio y los otros dos lo tiene en forma de pinza de cangrejo. El optimismo y las ganas de que se desenvolviera por sí misma siempre han radicado en sus padres, que a los 4 años le apuntaron a la piscina para nadar, para que se defendiera sola en el agua a la vez que crecía con una prótesis en la pierna. Fue a los 7 años cuando comenzó a competir en el Club Natación Valdepeñas, entrenada por Ovidio Ferrón, junto a esos nadadores sin discapacidad y a los 10 años fue cuando conoció la natación paralímpica.
Allí, en el vestuario de la piscina de Rivas Vaciamadrid, con esas lágrimas y nervios de su primera competición, la nadadora valdepeñera fue consolada por varias integrantes del CN Pozuelo, precisamente al que ahora pertenece. Le tranquilizaron, comenzó luego a hacer amigas, a recuperar confianza y a disfrutar con la natación paralímpica. Años después de esa dura experiencia inicial, en este 2024, Beatriz Lérida competirá en los Juegos Paralímpicos de París. Un sueño que hará realidad a sus 19 años recién cumplidos tras una gran trayectoria que le ha convertido en una de las mejores nadadoras de España, con títulos nacionales en las categorías infantil, júnior y de élite.
“Al principio ya me habían dicho que iba a estar en París, pero no había salido todavía la convocatoria oficial. No me lo creía hasta que no salió, era como que me quería asegurar. Ya vi mi nombre en ella y fue una gran alegría, ya tengo muchas ganas de irme”, expresa la joven nadadora de Valdepeñas, que reconoce que se veía más en los Juegos Paralímpicos de dentro de cuatro años, en Los Ángeles, que en estos de París. “No creía que iba a llegar aquí, pero lo he conseguido”, sentencia con orgullo.
Beatriz Lérida competirá en dos pruebas de su categoría, la S9. Debutará el 29 de septiembre, un día después de la ceremonia inaugural, con el 400 libre, y el 3 de septiembre nadará su mejor prueba, el 100 espalda. “¿Quién no sueña con una medalla?”, pregunta Beatriz Lérida, que lo hace de cara a estos Paralímpicos, especialmente en esos 100 metros espalda que está preparando con fuerza y en la que se colgó el pasado mes de abril la plata en el Campeonato de Europa, celebrado en Madeira (Portugal).
“Un buen día mío y cualquier despiste de rivales puede llevarme a estar arriba”, dice con una mejor marca de 1:12.7, por lo que cree que para llegar a medallas podría estar por 1:10 o bajar de ahí, de manera que tiene claro que tendrá que rebajar su marca personal, para lo que es optimista. “Esta temporada yo saqué la mínima muy muy pronto, a finales del 2023 en el Trofeo Internacional Castalia-Castellón. Por eso, no nos hemos querido centrar toda la temporada en el 100 espalda y fuimos dosificando para que no se hiciera tan pesada preparando siempre la misma prueba. Ahora sí estoy centrada en ella y creo que tengo todavía bastante margen de mejora”, indica.
Además de ese subcampeonato europeo en Portugal, Beatriz ha participado en dos Campeonatos del Mundo. En 2022, también en Madeira, fue quinta y en 2023, en Mánchester, rozó el podio con el cuarto puesto en el 100 espalda. Una buena experiencia internacional pese a su juventud con la que afronta unos Juegos Paralímpicos de París en los que asegura que el nivel será mucho más exigente, “porque todos entrenan muy duro pensando en los Juegos, es cada cuatro años y los nadadores van muy preparados”, asegura.
También sabe que, por la experiencia que compañeros y compañeras le han contado de sus participaciones anteriores, unos Juegos Paralímpicos se viven con más intensidad y animación que los Mundiales. “Aquí está la villa paralímpica, mientras que en el Europeo y el Mundial estamos en hoteles. Nunca había estado con los deportistas que participaban y aquí lo haré, además de con los de otros deportes. Tendré la posibilidad de conocerles, de poder convivir con todos y de vivir una gran experiencia. Todo eso me motiva mucho”, sentencia.
Beatriz Lérida ha estado preparando en Sierra Nevada su ilusionante participación en los Juegos. Allí estuvo durante 21 días de concentración, tras los cuales volvió a Madrid para marcharse otros diez días de entrenamientos a Fuerteventura, antes de partir hacia París el próximo 24 de agosto.
La valdepeñera se marchó hace tres años a Madrid, a vivir en la Residencia Blume y entrenar en el Centro de Alto Rendimiento a la vez que compagina sus estudios de Fisioterapia, que reconoce haber dejado algo este año. A las órdenes del entrenador Darío Carreras, Beatriz Lérida forma parte de un grupo en el que están Carlos Martínez, Miguel Ángel Navarro y Teresa Perales, esta última ganadora de 27 medallas en Juegos Paralímpicos, con los que podrá estar en la capital francesa. “No puedo ir a París mejor acompañada. Teresa es un ejemplo, ¿a quién no le gustaría ser como ella?”, pregunta Beatriz que, de momento, sigue sus pasos con la presencia en sus primeros Juegos Paralímpicos y con vistas más todavía a crecer como nadadora de cara a Los Ángeles 2028. Pero ahora, no renuncia a nada. Y en la piscina parisia de La Défense lo quiere demostrar.