BM Bolaños sigue descontando jornadas en Primera Nacional, manteniendo la trayectoria que los ha encaramado a lo más alto de la tabla, una posición que no quieren dejar escapar en esta recta final del campeonato, que será un mano a mano con Handbol Sant Joan y que quieren celebrar con ascenso y como campeones del grupo.
Hasta que llegue ese momento, los de Miguel Ángel Caraballo siguen concentrados en el día a día, sabiendo que de nada vale elevar la vista más allá de la próxima jornada, porque si se pierde la concentración se estará dando una baza a un Sant Joan que no cesa en su persecución del liderato.
De ahí que cada partido se vea en los bolañegos la misma cara de concentración, como si fuesen auténticas finales a cara de perro. El de este sábado contra Águilas era uno de ellos. Fue un encuentro igualadísimo con dos equipos haciendo un gran ejercicio de contención defensiva, protagonizando un intercambio de goles, que llevó a los contendientes con un ajustado 15-13 al descanso.
Tras la reanudación se mantuvo la igualdad en cancha, pero con esa ligera sensación de ver a los murcianos luchando contra el oxígeno frente a un rival que sabía que los llevaba a remolque.
Costó abrir parciales importantes en el marcador, pero la distancia de cinco goles con los que se llegó a los últimos cinco minutos de partido, fue vital para que los puntos y la victoria se quedasen en el Macarena Aguilar.
Pozuelo y Alarcos empatan en el último segundo
Tras la pérdida de puntos administrativa, Alarcos afronta este final de temporada con ganas de reinvindicarse en la pista, donde durante todo el año ha sido uno de los mejores del grupo.
Ganar el derbi a Pozuelo este sábado, era mucho más que sumar dos puntos más para Alarcos. Los dos equipos saltaron a Las Espartanas, dejando claro desde los primeros instantes que el duelo iba a ser de altura, demostrandoosla un gran equilibrio que sólo empezaría a romperse en el ecuador de la primera parte.
Alarcos pisó el acelerador para marcharse con el resultado a favor al descanso, al que se fueron con una renta de tres goles arriba.
La segunda mitad inició con la misma sensación con la que murieron los primeros treinta minutos. Fue un duelo con mucho protagonismo para las defensas, que obligaron a rizar el rizo en una y otra área para conseguir sumar goles.
A pesar de que los ciudadrealeños fueron por delante, los minutos finales fueron de infarto con tres goles a favor del equipo de Álvaro de Lara a falta de cuatro minutos, en cuyo mantenimiento, fue providencial el papel de Enric bajo palos, que se convirtió en héroe para los suyos sacando un siete metros a falta de poco más de minuto y medio para el final con 26-27 en el marcador.
Intentaron encontrar premio los de Pozuelo y lo encontraron en el último segundo, en una jugada a contrarreloj, que Danilo culminó con una gran penetración desde el extremo izquierdo, colando la pelota en la escuadra, firmando un empate justo tras un duelazo provincial que vivió hasta el sonido de la bocina.