La selección de Castilla La Mancha de fútbol-8 cumplió el trámite para tener opciones de clasificación para los cuartos de final del XXVII Campeonato Nacional de Selecciones Autonómicas que se está celebrando en Vigo. Goleó a Melilla por 6-0 y ahora tiene idénticos números que los que tiene Baleares, precisamente la selección con la que se juega el pase. Con este escenario y antes de celebrarse el partido será el equipo más joven el que determine a cuál de ellos le vale el empate, un factor importante de cara a la clasificación.
Comenzó Castilla La Mancha con la imperiosa necesidad de golear a Melilla para conseguir un mejor golaveraje que Baleares, pero se encontró a un rocoso equipo enfrente, muy bien pertrechado y con una excelente colocación que cerraba todos los espacios. Ello provocó que el equipo de Enrique Olivares echara mano del tiro exterior para tratar de abrir el marcador, pero fue a la salida de un córner la forma de adelantarse en el luminoso, un gol olímpico anotado por Enrique a solo tres minutos del comienzo. Se ponía muy bien la cosa para Castilla La Mancha pues se había marcado muy pronto, pero Melilla no acusó el gol y siguió defendiendo muy seriamente, basculando perfectamente la posición del balón. Además, el “killer” castellano manchego, Manuel Román, no tenía su día, marrando los remates de que disponía. Con ese exiguo marcador de un gol a cero finalizó la primera mitad, lo que hacía muy difícil conseguir el objetivo marcado de inicio. Pero el segundo período fue totalmente distinto. Se desinfló Melilla, dando mayores facilidades en la reanudación. También hizo su función las indicaciones del míster castellano manchego en el descanso, que pretendía llevar el balón a una banda y lanzar cambios de orientación a los que no llegaba la zaga melillense. En el minuto 5 de este período se garantizó la victoria castellano manchega con el gol de Manuel Román, recuperando también con ello la mirilla del delantero. Le cayó el balón dentro del área y no perdonó, fusilando al portero de Melilla. Con la victoria ya en el bolsillo, los jugadores de Kike cogieron más confianza y el equipo empezó a carburar a todo gas. En el minuto 21 Adrián coge el balón en la mitad del campo adversario, regatea a todo los rivales que le salen al paso y define raso al lado del palo. Un golazo. Repetiría Adrián a renglón seguido tras una perfecta combinación con Manu. Era el cuarto gol y ya se atisbaba la goleada necesitada. Pedro Morón aprovecharía luego un lío en el área para apuntillar a Melilla con el quinto y, terminando el encuentro, Manu recoge un balón en la esquina del área y mete un zapatazo que se cuela por toda la escuadra. Otro golazo. Era el sexto gol y provocaba un empate a todo con Baleares.