El Formac Villarrubia se vino de vacío en su visita a Las Pirámides Toribio Santos. Un gol de Gonzalo Saiz desde el punto de penalti en el minuto 96 tiró por tierra todo el trabajo de un Villarrubia que hizo su partido, dominó buena parte del encuentro y terminó hincando la rodilla cuando más duele; en el último suspiro y al final del encuentro.
Y no es la primera vez que le ocurre esto al equipo de Darío. Los últimos minutos de los partidos parecen ser el talón de Aquiles de un equipo que trabaja, que genera, que tiene sus ocasiones y que termina pagándolo en los últimos quince minutos del partido. Por eso, al finalizar el partido, la lectura de Darío Martín era una resignación.
“El sabor es amargo total porque dominamos el partido en cuanto a lo que queríamos ante un buen rival que hizo su trabajo, pero el control de juego y el partido fue nuestro. Ellos tuvieron el balón donde nosotros queríamos, pero apenas penetraron, salvo el gol. El segundo gol vino de penalti y a nosotros, pueden ser ya siete u ocho así que no nos han pitado, que yo no digo que no sea. Repito, que no digo que no sea, pero si es ese, todos los partidos hay cinco. Felicito al rival por su trabajo y felicito a mi equipo porque gran parte del partido ha trabajado muy bien. Tenemos que aprender de esto y, por supuesto, tenemos que seguir trabajando porque queda mucha liga y creemos en nosotros. Esperemos salir de este bache de lesiones y el sábado, en casa, conseguir los tres puntos ante el Socuéllamos que nos daría un plus para la Navidad y venir con las pilas cargadas”.
Mientras tanto, el Formac Villarrubia volverá al trabajo este martes para preparar el encuentro de este próximo sábado ante el Yugo UD Socuéllamos en el que será el último partido del año.
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