En el marco del impulso al deporte base en Castilla-La Mancha, las Ligas Globalcaja de Baloncesto se han consolidado como un referente de promoción deportiva, igualdad y formación en valores. Hablamos con José Esteban Gálvez, presidente de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha, quien nos cuenta en profundidad el origen, el desarrollo y la filosofía detrás de esta exitosa iniciativa.
Las Ligas Globalcaja de Baloncesto surgieron hace ya seis años como respuesta a una necesidad clara: ofrecer espacios de juego y convivencia a niños y niñas de categorías prebenjamín y benjamín (de 7 a 10 años), donde el resultado es lo de menos. Tal como ha explicado Gálvez: “No lo llamamos competición. Son convivencias. No hay clasificación, pero sí partidos, árbitros federados y, sobre todo, un enfoque pedagógico.”
Estas jornadas, organizadas una vez al mes, reúnen a equipos de distintas provincias de la región, ofreciendo a los más pequeños una primera experiencia deportiva positiva.
Actualmente, participan más de 300 niños y niñas, distribuidos en 23 equipos benjamines y unos 9 prebenjamines, cifras que siguen creciendo cada año. Una de las claves del éxito es el formato de juego adaptado (4×4), que, según Gálvez, permite más espacios en pista y mayor participación individual: “Cuando juegan 5×5 a esas edades, todo acaba siendo muy apelotonado. Con el 4×4, hay más oportunidades de botar, tirar y divertirse.”
Uno de los aspectos más destacados es que no se publican resultados ni clasificaciones. El objetivo es evitar que el error se convierta en motivo de frustración: “Buscamos que no haya dramatización de los errores. Que sea una experiencia feliz que les anime a seguir practicando baloncesto.” El broche final es una clausura festiva, prevista este año para el 8 de junio en Campo de Criptana, donde todos los equipos serán reconocidos con medallas y sin distinción de puestos.
Las Ligas Globalcaja son también un ejemplo de integración e igualdad: son ligas mixtas, algo poco común pero muy valioso. Gálvez ha insistido: “En etapa escolar, el deporte debería ser obligatoriamente mixto. Son compañeros de clase antes que de equipo, y eso hay que aprovecharlo.” Además, Globalcaja colabora con otras iniciativas como la Liga Igualdad Globalcaja, que apoya el baloncesto femenino, o el circuito 3×3 en plazas, reforzando su compromiso con el deporte inclusivo.
Un aspecto innovador del proyecto es la presencia de árbitros federados en estas convivencias, no como jueces estrictos, sino como referentes positivos: “Queremos que los niños vean al árbitro como un aliado, alguien necesario para que el juego sea justo y seguro.” Este enfoque busca contrarrestar la creciente hostilidad hacia la figura arbitral que se observa incluso desde edades tempranas.
Globalcaja y la Federación de Baloncesto: Un proyecto de dos pilares
El proyecto comenzó con una propuesta concreta de la federación a Globalcaja, centrada en dos pilares: deporte base y deporte femenino. La sintonía de valores entre ambas entidades ha hecho que la colaboración sea duradera y muy fructífera: “No fue un proyecto general, sino muy específico y alineado con sus objetivos. La relación con ellos es ejemplar”, ha explicado Gálvez.
Desde Globalcaja también se destaca el papel de las federaciones en llevar el deporte a todos los rincones de Castilla-La Mancha y se muestran comprometidos con el desarrollo integral de los más jóvenes.
Para cerrar, el presidente de la federación ha lanzado una reflexión importante sobre el presente y el futuro del deporte formativo: “Nuestra asignatura pendiente es asegurar que el deporte se desarrolle en un entorno seguro. No solo para jugadores, también para entrenadores, árbitros y aficionados. Debemos frenar la deriva de culpabilizar al árbitro y recuperar el respeto y la autocrítica.”
Las Ligas Globalcaja de Baloncesto no son solo una competición. Son un espacio donde los niños y niñas juegan, aprenden, se respetan y crecen. Un proyecto donde el resultado no se mide en puntos, sino en sonrisas, compañerismo y amor por el deporte.