6-20 20-46 26-72 38-93
El encuentro de este fin de semana estaba señalado como uno de esos como difíciles para los de Puertollano, que recibían en el Santi Cañizares a UCAM Murcia, equipo al que nunca habían ganado en las ocasiones en las que se han enfrentado a ellos y que pese a llevar un partido menos, sobre el papel figura como uno de los llamados a estar en la parte alta de la clasificación.
Aprovechando el factor cancha, el BSR Puertollano buscaba la primera victoria de la temporada, en una de esas odas a la épica en la que los hombres de Pablo Sendarrubias han dejado todo, pero ha vuelto a ser insuficiente frente a un rival que ha planteado un encuentro para resolverlo por la vía rápida.
El planteamiento del equipo murciano estaba claro, salir rápido en ataque y cerrarse en acciones defensivas sobre la posición de Zavala, máximo anotador del equipo minero por el que pasaban las opciones de sacar algo positivo en el choque de esta tarde.
Se adelantaron los locales en la primera acción del partido, un ligero espejismo de lo que iba a desencadenarse después.
Las canastas sobre su aro fueron sucediéndose, en un enfrentamiento al que no encontraban respuestas ofensivas. Jesús Raya se situó como referente y en él murieron gran parte de las jugadas de ataque puertollanero durante el primer cuarto.
Punto a punto, el bloque murciano fue abriendo distancia en el electrónico hasta situar un contundente 6-20 para cerrar el primero de los cuatro episodios del partido.
En el segundo, salieron los de Sendarrubias con las ideas mejoradas, sabiendo que las acciones debían culminarse, aplicando una mayor verticalidad sobre el aro contrario. Fueron anotando alguna canasta más, aunque siempre encontraron la réplica rival que también mejoró su puntuación hasta dejar el 20-46 antes del descanso.
Tras el descanso, el UCAM Murcia mantuvo el buen tono mostrado durante la primera mitad. Los de Pierre salieron a matar el choque, si es que todavía quedaba alguna opción después de lo visto antes de que se marcharan al vestuario.
Con una gran efectividad frente al aro y con la buena dinámica defensiva, fueron ampliando distancia hasta poner el 26-72 al pitido de la bocina.
Sin nada que sacar del partido, los de Sendarrubias intentaron mantenerse dentro del partido, aunque la cabeza pidiese lo contrario.
El resultado, de nuevo contundente, demuestra la profesionalización de la categoría, donde los de Puertollano luchan con otras herramientas y con un objetivo claro: competir y divertirse hasta donde dé.